viernes, 23 de abril de 2010

12 Pasos para Mejorar la Autoestima de sus Hijos

Por Yaakov Lieder




La autoestima es un ingrediente muy importante para una vida exitosa y feliz. Una persona puede ser bendecida con inteligencia y talento pero si carece de autoestima, puede resultar un obstáculo para alcanzar el éxito en sus tareas, relaciones y virtualmente en todas las áreas de la vida.



Los primeros años en la vida de un niño son el fundamento de una sana autoestima.



Como padres, no podemos controlar todo que nuestro hijo ve, oye o piensa, ni como esto contribuirá a la imagen de si mismo. Pero podemos hacer mucho. Tenemos al niño en sus primeros años de vida; Di-s nos dio un regalo especial--un ser humano nuevo con la "pizarra limpia." Durante estos años, lo qué entra en la mente de nuestros hijos es muy impactante, y deja una marca de por vida. Por ello, los padres tienen una oportunidad única, irrepetible de abrir "la cuenta bancaria de la autoestima" en la cuál el niño almacenará muchas cosas positivas sobre si mismo. En los años y décadas por venir, esta "cuenta bancaria" se enfrentará con las experiencias negativas de la vida, que son inevitables.



¿Cómo comenzamos la cuenta bancaria de nuestros hijos? ¿Cómo podemos, como padres, aumentar la autoestima de nuestros hijos? Aquí hay algunas sugerencias:



1. Demuestre amor y afecto a su hijo. Todas nuestras acciones con nuestros hijos, desde la infancia, se deben hacer con afecto y amor. Un bebé que fue tratado con amor y afecto tendrá la sensación subconsciente que es lo suficientemente digno e importante para ser amado.



2. Felicite a su hijo. Dé a su hijo tantos elogios como sea posible, siempre que hagan algo correctamente. Dígale, "Estoy muy orgulloso de ti. Eres muy especial. Me gusto la manera que lo has hecho. "



3. Haga sus elogios creíbles. Es importante, sin embargo, que los elogios sean creíbles. Los elogios exagerados como, "Eres el mejor del mundo. Eres la persona más agradable que existe " pueden ser contraproducentes. El niño desarrollará un ego exagerado, y esto puede afectar la relación con sus amigos, y a la larga, tendrá un efecto negativo en su autoestima.



4. Fije metas para su hijo. La meta debe ser alcanzable—vestirse solos, conseguir una mejor calificación en la próxima prueba. Fije metas que sean acorde a la edad y las capacidades de su hijo (fijar una meta inalcanzable tiene un efecto negativo). Mientras el niño se esfuerza en lograr la meta, acompáñelo y felicítelo a cada paso del camino. Una vez que su hijo alcance la meta, felicite su logro y refuerce su imagen personal de emprendedor.



5. Critique la acción, no a la persona. Cuando su hijo haga algo negativo, dígale, "Eres un niño bueno y especial, no debes hacer esas cosas" en vez de decir, "eres malo."



6. Tome en cuenta los sentimientos de su hijo. Cuando su hijo sufra un golpe a la autoestima, es importante considerar sus sentimientos. Por ejemplo, si su hijo se siente ofendido por un comentario hecho por un amigo o un profesor, dígale "Sí, se que te ofendió lo que dijo esa persona " o "Se que sientes que tu amigo no te quiere". Solo después que su hijo sienta que sus sentimientos son importantes y tomados en cuenta, él estará abierto para que usted alimente su autoestima mostrándole toda la gente que si lo quiere y respeta, y las cosas positivas que otros han dicho sobre él.



7. Siéntase orgulloso de su hijo. Habitualmente, debemos recordar decir a nuestros hijos cuan afortunados y orgullosos somos de ser sus padres.



8. Hable positivamente de su hijo en presencia de la gente importante en su vida, como abuelos, profesores, amigos etc.



9. Nunca compare a su hijo con otros. Nunca le diga: "¿Por qué no eres como Pablito?". Y cuando tales comparaciones son hechas por otras personas, tranquilice a su hijo y dígale que el es especial y único a su manera. "



10. Asegúrese que cuando otros traten con su hijo sepan cuales son sus puntos fuertes. Al principio del año escolar, hable con los profesores de su hijo y dígales cuáles son sus puntos fuertes y las áreas en las cuales él o ella sobresalen, de modo que el profesor tenga una perspectiva positiva de ellos y continúe fortaleciendo estos puntos.



11. Dígale a su hijo regularmente que lo ama incondicionalmente. Cuando fallan, o hacen algo incorrecto, recuerde decirles, "¡Eres especial para mí, y yo te amo siempre, sin importar lo qué pase!"



12. Mejore su propia autoestima. Usted necesita verse a si mismo positivamente. Los padres que carecen de suficiente autoestima tendrán dificultades para mejorar la autoestima de sus hijos. Un buen padre es un padre que sabe que él o ella no son perfectos pero se valoran por lo que son, siempre intentando crecer y mejorar

12 Pasos para Mejorar la Autoestima de sus Hijos

Por Yaakov Lieder




La autoestima es un ingrediente muy importante para una vida exitosa y feliz. Una persona puede ser bendecida con inteligencia y talento pero si carece de autoestima, puede resultar un obstáculo para alcanzar el éxito en sus tareas, relaciones y virtualmente en todas las áreas de la vida.



Los primeros años en la vida de un niño son el fundamento de una sana autoestima.



Como padres, no podemos controlar todo que nuestro hijo ve, oye o piensa, ni como esto contribuirá a la imagen de si mismo. Pero podemos hacer mucho. Tenemos al niño en sus primeros años de vida; Di-s nos dio un regalo especial--un ser humano nuevo con la "pizarra limpia." Durante estos años, lo qué entra en la mente de nuestros hijos es muy impactante, y deja una marca de por vida. Por ello, los padres tienen una oportunidad única, irrepetible de abrir "la cuenta bancaria de la autoestima" en la cuál el niño almacenará muchas cosas positivas sobre si mismo. En los años y décadas por venir, esta "cuenta bancaria" se enfrentará con las experiencias negativas de la vida, que son inevitables.



¿Cómo comenzamos la cuenta bancaria de nuestros hijos? ¿Cómo podemos, como padres, aumentar la autoestima de nuestros hijos? Aquí hay algunas sugerencias:



1. Demuestre amor y afecto a su hijo. Todas nuestras acciones con nuestros hijos, desde la infancia, se deben hacer con afecto y amor. Un bebé que fue tratado con amor y afecto tendrá la sensación subconsciente que es lo suficientemente digno e importante para ser amado.



2. Felicite a su hijo. Dé a su hijo tantos elogios como sea posible, siempre que hagan algo correctamente. Dígale, "Estoy muy orgulloso de ti. Eres muy especial. Me gusto la manera que lo has hecho. "



3. Haga sus elogios creíbles. Es importante, sin embargo, que los elogios sean creíbles. Los elogios exagerados como, "Eres el mejor del mundo. Eres la persona más agradable que existe " pueden ser contraproducentes. El niño desarrollará un ego exagerado, y esto puede afectar la relación con sus amigos, y a la larga, tendrá un efecto negativo en su autoestima.



4. Fije metas para su hijo. La meta debe ser alcanzable—vestirse solos, conseguir una mejor calificación en la próxima prueba. Fije metas que sean acorde a la edad y las capacidades de su hijo (fijar una meta inalcanzable tiene un efecto negativo). Mientras el niño se esfuerza en lograr la meta, acompáñelo y felicítelo a cada paso del camino. Una vez que su hijo alcance la meta, felicite su logro y refuerce su imagen personal de emprendedor.



5. Critique la acción, no a la persona. Cuando su hijo haga algo negativo, dígale, "Eres un niño bueno y especial, no debes hacer esas cosas" en vez de decir, "eres malo."



6. Tome en cuenta los sentimientos de su hijo. Cuando su hijo sufra un golpe a la autoestima, es importante considerar sus sentimientos. Por ejemplo, si su hijo se siente ofendido por un comentario hecho por un amigo o un profesor, dígale "Sí, se que te ofendió lo que dijo esa persona " o "Se que sientes que tu amigo no te quiere". Solo después que su hijo sienta que sus sentimientos son importantes y tomados en cuenta, él estará abierto para que usted alimente su autoestima mostrándole toda la gente que si lo quiere y respeta, y las cosas positivas que otros han dicho sobre él.



7. Siéntase orgulloso de su hijo. Habitualmente, debemos recordar decir a nuestros hijos cuan afortunados y orgullosos somos de ser sus padres.



8. Hable positivamente de su hijo en presencia de la gente importante en su vida, como abuelos, profesores, amigos etc.



9. Nunca compare a su hijo con otros. Nunca le diga: "¿Por qué no eres como Pablito?". Y cuando tales comparaciones son hechas por otras personas, tranquilice a su hijo y dígale que el es especial y único a su manera. "



10. Asegúrese que cuando otros traten con su hijo sepan cuales son sus puntos fuertes. Al principio del año escolar, hable con los profesores de su hijo y dígales cuáles son sus puntos fuertes y las áreas en las cuales él o ella sobresalen, de modo que el profesor tenga una perspectiva positiva de ellos y continúe fortaleciendo estos puntos.



11. Dígale a su hijo regularmente que lo ama incondicionalmente. Cuando fallan, o hacen algo incorrecto, recuerde decirles, "¡Eres especial para mí, y yo te amo siempre, sin importar lo qué pase!"



12. Mejore su propia autoestima. Usted necesita verse a si mismo positivamente. Los padres que carecen de suficiente autoestima tendrán dificultades para mejorar la autoestima de sus hijos. Un buen padre es un padre que sabe que él o ella no son perfectos pero se valoran por lo que son, siempre intentando crecer y mejorar

12 Pasos para Mejorar la Autoestima de sus Hijos

Por Yaakov Lieder




La autoestima es un ingrediente muy importante para una vida exitosa y feliz. Una persona puede ser bendecida con inteligencia y talento pero si carece de autoestima, puede resultar un obstáculo para alcanzar el éxito en sus tareas, relaciones y virtualmente en todas las áreas de la vida.



Los primeros años en la vida de un niño son el fundamento de una sana autoestima.



Como padres, no podemos controlar todo que nuestro hijo ve, oye o piensa, ni como esto contribuirá a la imagen de si mismo. Pero podemos hacer mucho. Tenemos al niño en sus primeros años de vida; Di-s nos dio un regalo especial--un ser humano nuevo con la "pizarra limpia." Durante estos años, lo qué entra en la mente de nuestros hijos es muy impactante, y deja una marca de por vida. Por ello, los padres tienen una oportunidad única, irrepetible de abrir "la cuenta bancaria de la autoestima" en la cuál el niño almacenará muchas cosas positivas sobre si mismo. En los años y décadas por venir, esta "cuenta bancaria" se enfrentará con las experiencias negativas de la vida, que son inevitables.



¿Cómo comenzamos la cuenta bancaria de nuestros hijos? ¿Cómo podemos, como padres, aumentar la autoestima de nuestros hijos? Aquí hay algunas sugerencias:



1. Demuestre amor y afecto a su hijo. Todas nuestras acciones con nuestros hijos, desde la infancia, se deben hacer con afecto y amor. Un bebé que fue tratado con amor y afecto tendrá la sensación subconsciente que es lo suficientemente digno e importante para ser amado.



2. Felicite a su hijo. Dé a su hijo tantos elogios como sea posible, siempre que hagan algo correctamente. Dígale, "Estoy muy orgulloso de ti. Eres muy especial. Me gusto la manera que lo has hecho. "



3. Haga sus elogios creíbles. Es importante, sin embargo, que los elogios sean creíbles. Los elogios exagerados como, "Eres el mejor del mundo. Eres la persona más agradable que existe " pueden ser contraproducentes. El niño desarrollará un ego exagerado, y esto puede afectar la relación con sus amigos, y a la larga, tendrá un efecto negativo en su autoestima.



4. Fije metas para su hijo. La meta debe ser alcanzable—vestirse solos, conseguir una mejor calificación en la próxima prueba. Fije metas que sean acorde a la edad y las capacidades de su hijo (fijar una meta inalcanzable tiene un efecto negativo). Mientras el niño se esfuerza en lograr la meta, acompáñelo y felicítelo a cada paso del camino. Una vez que su hijo alcance la meta, felicite su logro y refuerce su imagen personal de emprendedor.



5. Critique la acción, no a la persona. Cuando su hijo haga algo negativo, dígale, "Eres un niño bueno y especial, no debes hacer esas cosas" en vez de decir, "eres malo."



6. Tome en cuenta los sentimientos de su hijo. Cuando su hijo sufra un golpe a la autoestima, es importante considerar sus sentimientos. Por ejemplo, si su hijo se siente ofendido por un comentario hecho por un amigo o un profesor, dígale "Sí, se que te ofendió lo que dijo esa persona " o "Se que sientes que tu amigo no te quiere". Solo después que su hijo sienta que sus sentimientos son importantes y tomados en cuenta, él estará abierto para que usted alimente su autoestima mostrándole toda la gente que si lo quiere y respeta, y las cosas positivas que otros han dicho sobre él.



7. Siéntase orgulloso de su hijo. Habitualmente, debemos recordar decir a nuestros hijos cuan afortunados y orgullosos somos de ser sus padres.



8. Hable positivamente de su hijo en presencia de la gente importante en su vida, como abuelos, profesores, amigos etc.



9. Nunca compare a su hijo con otros. Nunca le diga: "¿Por qué no eres como Pablito?". Y cuando tales comparaciones son hechas por otras personas, tranquilice a su hijo y dígale que el es especial y único a su manera. "



10. Asegúrese que cuando otros traten con su hijo sepan cuales son sus puntos fuertes. Al principio del año escolar, hable con los profesores de su hijo y dígales cuáles son sus puntos fuertes y las áreas en las cuales él o ella sobresalen, de modo que el profesor tenga una perspectiva positiva de ellos y continúe fortaleciendo estos puntos.



11. Dígale a su hijo regularmente que lo ama incondicionalmente. Cuando fallan, o hacen algo incorrecto, recuerde decirles, "¡Eres especial para mí, y yo te amo siempre, sin importar lo qué pase!"



12. Mejore su propia autoestima. Usted necesita verse a si mismo positivamente. Los padres que carecen de suficiente autoestima tendrán dificultades para mejorar la autoestima de sus hijos. Un buen padre es un padre que sabe que él o ella no son perfectos pero se valoran por lo que son, siempre intentando crecer y mejorar

El círculo de influencias

Tus creencias dirigen tu vida. Si quieres tener la posibilidad de cambiar el rumbo de tu vida debes cambiar aquellas creencias que te impiden obtener lo que quieres. Esto puede lograrse solamente por medio de un sostenido esfuerzo, pero es la única manera de liberarte de las trabas que tú mismo te impones.




La razón de que las creencias tengan una influencia tan importante en tu vida es que existe un círculo de influencia recíproca que perpetua y consolida la manera en que has estado viviendo hasta ahora. La comprensión de este círculo es fundamental para que puedas romperlo e iniciar un nuevo camino.



Partamos de la base de que para realizar algo tienes que tener la capacidad para hacerlo. Dicha capacidad te la darán el estudio y el entrenamiento. Tienes que tener el conocimiento sobre cómo llevar a cabo la tarea, y esto se consigue mediante el estudio. Hagamos de cuenta que tu vida es un barco, y tú quieres ser el capitán de ese barco. En otras palabras, quieres ser el capitán de tu propio destino.



Para ser capitán de barco tienes que tener una buena cantidad de conocimientos sobre navegación. ¿Cómo se consiguen estos conocimientos? Estudiando. Pero el estudio solamente no basta, hay que realizar prácticas. Es decir, se necesita entrenarse. Todo aspirante a capitán no comienza asumiendo el mando de un barco ni bien termina sus estudios. Comienza ocupando puestos subalternos que le dan la posibilidad de entrenarse en los distintos aspectos de la navegación bajo el control de una persona más capacitada y con mayor experiencia. De a poco va ocupando posiciones más importantes a medida que su entrenamiento avanza.



Pero todo esto nunca hubiera comenzado si el futuro capitán no hubiera tenido desde el principio el convencimiento de que estaba a su alcance llegar algún día a ocupar esa posición. Aquí es donde vemos la importancia de las creencias. Tiene que haber una creencia previa en la posibilidad de hacer algo, para que ese algo pueda ser hecho. Esa creencia es la que te lleva a la acción, que en este caso es primero el estudio y luego el entrenamiento.



La creencia te da la capacidad para pasar a la acción. Aunque tengas todas las condiciones para ser capitán, si no crees que puedas serlo estás incapacitado para siquiera comenzar el camino para llegar a esa meta. Pero una vez que inicias las acciones, comienzas a obtener resultados. Cuando más estudias, más sabes. Cuanto más te entrenas, más diestro eres. La acción produce resultados.



¿Qué ocurre cuando los resultados comienzan a aparecer? Las creencias iniciales se ven confirmadas, es decir, se refuerzan. Aquella creencia que tenías al comienzo, tal vez no muy intensa, de que alguna vez podrías llegar a tu meta, se va intensificando a medida que consigues resultados y que la meta se encuentra más cerca. Podemos decir entonces que los resultados influyen en las creencias.



Este es el círculo de influencias que puede operar tanto a favor como en contra tuya. Si de entrada comienzas con una creencia negativa de que no eres capaz de hacer algo, es probable que no lo consigas, lo cual te confirmará en tu creencia de que eres incapaz. El fracaso engendra el fracaso; el éxito engendra el éxito.



Por supuesto que todos venimos a la vida con ciertas condiciones naturales que nos facilitan determinados objetivos, y careciendo de otras condiciones que nos permitirían otras actividades. Pero las creencias también son importantes. Por lo tanto: analiza tus creencias, decide cuáles te convienen y cuáles no, y decide cuáles cambiar y cómo.





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La confianza en sí mismo

La confianza en sí mismo


La confianza en sí mismo es un elemento crucial en el desempeño de la persona. Puestas dos personas a realizar una misma tarea, si todos los demás factores son iguales, lo hará mejor y más rápido aquella que tenga más confianza en sí misma. Esto se aplica a todo tipo de tarea, desde la más simple a la más compleja. Te darás cuenta de la importancia de esta afirmación cuando te percates de que la tarea más compleja que tenemos que realizar es justamente vivir.



Muchos son los factores que pueden influir en el hecho de que una persona tenga o no confianza en sí misma, pero hay uno que es primordial: la manera en que es criada la persona. Cuando hablamos de persona, pensamos en una persona adulta y a menudo olvidamos que esa persona adulta fue antes una persona niña. Es durante la infancia que se echan las bases de lo que será la persona adulta, y es muy difícil que esta persona adulta pueda cambiar el rumbo que le fue marcado en su infancia.



Esto es así porque la infancia es la época en que la mente es más maleable, cuando más intensamente recibe la influencia de lo que la rodea. De aquí que cuando se habla de la influencia del medio ambiente o del entorno, se está haciendo referencia a la acción de los padres, de los parientes, de los amigos, de los maestros, de los compañeros escolares, durante la época en que la persona es más influenciable: su infancia.



Existen maneras de criar a un niño que estimulan la confianza en sí mismo y otras que tienden a destruirla. Deshacer el efecto de una mala crianza o una mala educación, es muy difícil cuando la persona ya es adulta. Sin embargo, el cambio puede darse, ya sea de manera fortuita o de manera deliberada.



Si pensamos que la confianza en sí mismo (o auto-confianza) se refiere a la creencia en la propia capacidad para llevar a cabo una tarea, podemos darnos cuenta de las diversas formas en que puede incrementarse la auto-confianza de una persona. En primer lugar, existen experiencias fortuitas que permiten a la persona darse cuenta de que es capaz de llevar a cabo una tarea para la que pensaba no tener condiciones. Se les suele llamar "experiencias cruciales" porque marcan una encrucijada en el camino vital.



A través de la lectura de libros y revistas, o por medio del cine y la televisión, la persona que pensaba carecer de capacidad o de posibilidades puede ver a otras en su misma situación realizar actividades o alcanzar objetivos que consideraba fuera de su alcance. A esta forma podemos llamarla "por el conocimiento", dado que la persona conoce cosas que antes ignoraba, y eso es lo que provoca el cambio.



Existe también una vía gradual para llegar a tener fe en la capacidad de uno para una tarea. Esta consiste en ir acercándose a la meta deseada por etapas sucesivas. Se comienza por tareas más sencillas y de a poco se va incrementando la dificultad. Este método se ha usado por siglos en la capacitación laboral: la persona se inicia como aprendiz y gradualmente, a lo largo del tiempo, va adquiriendo más responsabilidades y ascendiendo en la escala laboral.



Finalmente, existe un método que algunos pueden tomar como mágico pero que en realidad tiene fundamentos neurológicos. Consiste en practicar representaciones mentales (o visualizaciones) de la tarea que se pretende realizar. Hechas comparaciones entre personas que practicaron este tipo de "ejercicios mentales" y otras que no lo hicieron, se encontró que las primeras eran más eficaces que las segundas.

martes, 20 de abril de 2010

Los malentendidos

Padres e hijos tienen diferentes experiencias de la vida, lo que les lleva a pensar de forma completamente distinta. Los malentendidos, confusiones y discusiones son comunes desde que el niño sabe hablar hasta la adolescencia, en la que se hacen más habituales. No es fácil comunicarse con alguien que tiene la cabeza llena de cosas tan desiguales a las de los padres.
Madrid | Noviembre 2009 | Jorge Reyes



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Hija:¿Qué tal me sienta?
Madre: Debías probarte una talla mayor...
Hija: ¡O sea, que estoy como un vaca...!
Madre: No, mujer...te quedará menos ajustado...
Hija: No lo quiero, total, siempre pasas de comprame lo que me gusta


A muchos de vosotros os suena esta situación ¿verdad? Probablemente la habréis vivido en más de una ocasión con vuestros hijos (sobre todo si son adolescentes). Se trata de un ejemplo de Deborah Tannen, una de las mayores especialistas en comunicación, en el que, sin duda, no se eligió el mejor momento para la conversación. Esta lingüista, profesora de la Universidad de Georgetown, ha desarrollado una serie de investigaciones dentro de lo que ella llama la sociolinguística con las que pretende estudiar las bases del lenguaje en la interacción con los demás y su diversidad. Dentro de estos estudios que toman sobre todo el lenguaje como instrumento de relación social, ha observado el fenómeno de los malentendidos, tan frecuentes entre sujetos de la misma edad, y tan inevitables entre padres e hijos. Los malentendidos están muy relacionados con lo que Deborah Tannen ha denominado “estilo conversacional”. Conversar no implica sólo intercambiar una serie de datos, sino también asumir un rol respecto a la persona que tienes delante. Esto se hace muy evidente en las conversaciones entre padres e hijos donde estos últimos, a menudo, asumen un rol de víctima frente al padre y “filtran” todo lo que éste le dice a través de ese rol.

“¡No le comprendo!”, “¡No hay quien le entienda!”, “¡No sé cómo comunicarme con él!”. Estas frases son el día a día de muchos padres, sobre todo con hijos adolescentes. Los problemas en la comunicación son una de las mayores quejas por parte de los padres, junto con los problemas de disciplina, que en muchas ocasiones están estrechamente conectados.

Al igual que entre hombres y mujeres existen malentendidos, y estos han sido muy estudiados, es importante estudiar los malentendidos entre padres e hijos. A veces los padres nos dicen que los adolescentes hablan su propio lenguaje, su propia jerga. Pero no todo es cuestión de jerga, no todo es cuestión de que usen unas palabras que nos cuesta comprender, también es cuestión de conocer su mundo, de entender sus inseguridades, sus debilidades. Ello nos ayudará a comunicarnos mejor. Por ejemplo, los adolescentes suelen tener un estilo de pensamiento muy dicotómico: todo es horrible o es maravilloso. Si conocemos eso podremos saber que cuando hablan de que alguien es “el amor de su vida” o que es una “tragedia” no ir a tal fiesta e intentamos hacerles ver que es “ridícula” esa actitud, lo único que conseguimos es un desencuentro, porque él interpretará que estamos riéndonos de sus emociones o de las cosas que para él son importantes. Pero si antes de contestar pensamos que, aunque a nosotros nos parezca excesiva toda esta reacción, es un adolescente y en “su mundo” las cosas suelen ocurrir en “blanco y negro”, podremos llevar la conversación por otros derroteros y llegar a un acuerdo. Os ofrecemos, a continuación, algunos consejos para conversar de forma más eficaz con vuestros hijos adolescentes y así evitar los conflictos:


Pon énfasis en la comunicación no verbal. Es importante que acompañemos nuestras intervenciones con gestos, miradas, sonrisas… La mayor parte de la información no se saca de las palabras que escuchamos sino del tono con el que se dicen, de la expresión del rostro del que las dice. Si tenemos cuidado y usamos bien el lenguaje no verbal evitaremos malentendidos con nuestros hijos.
Empatiza con tu hijo y házselo saber. Muchas veces los adolescentes cuando nos cuentan sus preocupaciones no es para que les digamos cómo resolver la situación; ellos ya saben hacerlo en muchos momentos. Lo hacen para sentirse escuchados y comprendidos. Una actitud empática y una escucha activa sin consejos precipitados favorece mucho esta situación.
No intentes comunicarte con él si está muy alterado. En esos momentos lo mejor es cortar la comunicación y darle un tiempo para que pueda gestionar él mismo su ansiedad, su enfado… De otra forma el adolescente nos “arrastrará” a su estado emocional y nos será más difícil ayudarle.


Los problemas de comunicación nos afectan en todos los momentos de nuestra vida, pero debemos estar especialmente alerta con nuestros hijos adolescentes, ya que su forma de recibir la información puede producir unos cambios de comportamiento y de relación con los demás no deseados.

Educación del Talento

Llamamos talento a la capacidad para desempeñar o ejercer una actividad. Se puede considerar como un potencial en el sentido de que una persona dispone de una serie de aptitudes que puede o no llegar a desarrollar o ampliarlas a un ritmo mayor o menor en función de diversas variables, como el colegio al que van, vivir en un entorno rural o urbano, el tipo de familia al que pertenece, etc.
Madrid |Marzo 2010 | José Antonio Marina


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En UP creemos que el objetivo de la educación es desarrollar el talento de los individuos y de las colectividades. “Talento” es una palabra que no pertenece al léxico psicológico ni al pedagógico, pero que se usa mucho fuera de la escuela. En el mundo empresarial se insiste sin descanso en la necesidad de talento, y hay profesionales que se dedican a buscarlo. Utilizamos, pues, esta palabra para subrayar algo obvio: que no educamos para tener buenos resultados escolares, sino buenos resultados vitales fuera de la escuela.

A todos nos gustaría tener talento. Todos lo admiramos. Nos parece una cualidad deseable. Con eso basta para convertirlo en un objetivo educativo. La cuestión es cómo desarrollarlo en nuestros niños y niñas, y también en nosotros. No hay simplificaciones milagrosas. Ni se puede ser “millonario al instante”, ni “aprender chino en veinte horas”, ni conseguir ninguna de esas maravillas que prometen libros timadores. El talento es un hábito y, como todos los hábitos, difícil de adquirir.

Llamamos "talento" a una aptitud sobresaliente para algún tipo de actividad.

Un famoso psicólogo de la Universidad de Harvard, Howard Gardner, ha elaborado una teoría que ha tenido una gran importancia educativa: la teoría de las inteligencias múltiples. Considera que hay muchos tipos de inteligencia, y que cada persona puede destacar en una – o varias – de ellas. Definió la inteligencia lingüística, la musical, la lógico-matemática, la espacial, la cinética, la inteligencia para comprenderse a sí mismo y la inteligencia para relacionarse con los demás. Desde este punto de vista, hay también muchos tipos de talento. Y conviene que ayudemos a los niños a descubrir los suyos. Cada uno de nosotros tenemos nuestras propias fortalezas y debilidades. Pero creemos que hay un “talento básico”, que debemos intentar desarrollar universalmente, y es el que nos interesa en UP. El talento para saber qué hacer con los demás talentos y también con nuestras limitaciones. En resumen, el talento para vivir y para convivir. Lo que incluye una compleja mezcla de conocimientos, emociones, hábitos, y actitudes.

¿En qué consiste ese talento?

Robert J. Sternberg, uno de los más reputados expertos actuales en temas de inteligencia, profesor en Yale y presidente de la American Psychological Association, denomina successful intelligence, “inteligencia exitosa”, a lo que llamamos “talento”. La define como “la inteligencia que se emplea para lograr objetivos importantes”. Es algo más amplio que lo que miden los test de inteligencia, porque incluye también la gestión de las emociones, y las virtudes de la acción, como la tenacidad, el esfuerzo o la resistencia a la frustración. Considera que las personas que poseen ese “talento básico”, tienen las siguientes características:

No dependen de motivaciones externas, sino que saben automotivarse.
Aceptan las críticas justas.

Aprenden a controlar sus impulsos.
Rechazan la autocompasión.

Saben cuando perseverar y cuando deben cambiar de objetivo.
Son independientes.

Saben sacar el máximo provecho de sus capacidades, es decir, juegan bien sus cartas.
Tratan de superar las dificultades personales.

Traducen el pensamiento en acción.
Se concentran en sus objetivos.

Se proponen objetivos concretos.
No tratan de hacer demasiadas cosas a la vez, ni demasiadas pocas.

Completan las tareas.
Tienen capacidad para aplazar la gratificación.

Tienen iniciativa.
Saben ver al mismo tiempo el bosque y los árboles.

No tienen miedo al fracaso.
Tienen un nivel razonable de autoconfianza.

No deja las cosas para otro día.
Equilibran el pensamiento analítico, el creativo y el práctico.


No está mal. Apoyándonos en esta lista podemos hacer un chequeo a nuestros hijos, ….o a nosotros mismos.

¿Y cómo se enseñan o se adquieren todos estos recursos? Esta ha sido la pregunta que ha dirigido todas nuestras investigaciones. El resultado han sido los programas de la UP.

Inteligencia Exitosa:

Inteligencia Exitosa:
el arte y la ciencia de alcanzar objetivos (I)
Por Abel Cortese

“Vivir como uno desee: sólo eso merece llamarse éxito” (Christopher Morle)

Robert Sternberg es uno de los máximos especialistas mundiales en el tema de la inteligencia humana, su obra en 4 tomos Inteligencia Humana constituye sin duda la más completa descripción publicada hasta el momento sobre lo que se sabe y se supone acerca de la inteligencia.

Este investigador de la Universidad de Yale ha publicado numerosas obras, ensayos y artículos sobre el aprendizaje, la creatividad y la inteligencia.

En su obra La inteligencia exitosa (1999) describe a ésta como la habilidad intencional para adaptarse a diferentes ambientes, moldearlos y seleccionarlos, así como para lograr propósitos propios y de nuestra sociedad y cultura.

Este autor define un nuevo concepto de inteligencia, la cual, según él, es la que lleva al éxito en la vida y se diferencia de otros tipos de "Inteligencias Inertes" porque conlleva acción.

La Inteligencia Exitosa, entre otras cosas, implica que un individuo pueda distinguir su patrón de fortalezas y debilidades, para luego hallar las formas de capitalizar las primeras y de compensar o corregir las segundas.

Según esto, no existe un solo conjunto de habilidades a medir para caracterizar completamente la inteligencia exitosa de las personas. La gente, al menos parcialmente, alcanza el éxito de maneras idiosincrásicas, lo cual implica encontrar cuál es la mejor manera de explotar sus propios patrones de fortalezas y debilidades.

Para la inteligencia exitosa de prácticamente cualquier persona son relevantes ciertas habilidades: las creativas, las analíticas y las prácticas. Las tres se encuentran muy relacionadas.

Las primeras son necesarias para formular buenos problemas y buenas ideas.

Las segundas se utilizan para resolver los problemas y juzgar la calidad de las ideas.

Las terceras se aplican para usar las ideas de manera eficaz en la vida cotidiana.

Las habilidades analíticas son necesarias para analizar y evaluar las opciones disponibles en la vida; las creativas, para generar dichas opciones; y las prácticas, para implementarlas y hacerlas funcionar.

Es importante aprender cuándo y cómo usar cada una de estas inteligencias de manera efectiva.

El concepto de Inteligencia Exitosa reconoce valores personales, sociales y culturales, así como su interacción. Las culturas, e incluso las subculturas, pueden diferir en sus conceptos acerca del significado de "inteligente". La conducta que puede llevar al éxito en una cultura, puede llevar al fracaso en otra.

Poseer una Inteligencia Exitosa en un dominio no implica poseerla en todos. Las personas pueden tener y dominar exitosamente habilidades en un dominio dado, y sin embargo tener pocas o no poseer ninguna habilidad en otros dominios. Es decir que la Inteligencia Exitosa está desarrollada en un dominio en particular.

Esta idea es muy importante desde el punto de vista organizacional porque permite explotar las competencias de un individuo en un área determinada, donde se haya demostrado su efectividad, la cual puede ser utilizada en beneficio de la empresa.

Desde el año 2005 me dedico a investigar un modelo ampliado de la Inteligencia Exitosa (sobre el original postulado por el Dr. Robert Sternberg).

En una serie de notas que seguiremos publicando, compartiremos competencias cruciales para el desarrollo personal, profesional, organizacional y social, extraídas y decantadas de los principales autores y exponentes internacionales.

Nuestro modelo actual se basa en siete sub-inteligencias o habilidades, a saber:

1) Inteligencia Cognitiva

2) Inteligencia Emocional

3) Inteligencia Creativa

4) Inteligencia Práctica

5) Inteligencia Comercial

6) Inteligencia Organizacional

7) Inteligencia Financiera

En próximas notas explicaremos el por qué de cada una, e iremos sumando tips y herramientas que las componen.

Inteligencia Exitosa, Estados de Fluidez y Pensamiento Crítico

Julio César Penagos Corzo
Departamento de Psicología

Universidad de las Américas Puebla


En general, cuando hablamos de inteligencia, hablamos de capacidades adaptativas. En alguna medida, esta visión es compartida por los no expertos en el estudio de la inteligencia. La visión popular de "alguien inteligente" normalmente hace referencia a alguien que es hábil para resolver problemas. La mayor parte de estas habilidades de resolución de problemas son de tipo lógico matemático y, a veces, verbal. Aunque también es cierto, por lo menos en México, que se dice que alguien es listo porque se "sale con la suya" y frecuentemente este "salirse con la suya" implica habilidad en el campo social.

No conozco una prueba de inteligencia convencional que mida esto último, y sin embargo, es muy probable que, en efecto, sí exista un buen nivel de inteligencia en esa persona "lista".

En la investigación científica de la inteligencia se han dado malos pasos y frecuentemente se han usado premisas poco claras. Sin lugar a dudas, parte del error está en los propios instrumentos de medición de la variable en cuestión.

Para poner un ejemplo de porqué digo malos pasos, citaré una pregunta que hago a mis estudiantes en mi clase de Pensamiento y Lenguaje, cuando me llega el turno de acabar a diestra y siniestra a los tests de inteligencia: ¿Para qué sirve una cama?, pregunto. Alguien dirá para dormir, alguno se pondrá creativo y dirá para dibujar, otro dirá para brincar, alguno esbozará alguna sonrisa y dirá que para co...mer, y quizá alguno diga que para acostarse. Bueno, la cuestión es que en un conocido instrumento que afirma medir la inteligencia viene esa pregunta y da 2 puntos si el que responde dice para acostarse, 1 punto para dormir o equivalentes, y si de plano la respuesta estuvo muy "creativa" pues cero puntos. La lógica de quienes desarrollaron el instrumento, que por supuesto contiene otros reactivos mejor logrados, es que acostarse es una clasificación más general que involucra a las otras opciones como dormir, leer, descansar, etc. Generalmente concluyo, que, sin lugar a dudas, esto demuestra que las respuestas en realidad dependen de la experiencia en la cama. Lo que generalmente produce risas, pero también reflexión sobre la utilidad de estos instrumentos y el sesgo cultural implícito.

La inteligencia no tiene que ver con lo que se haga en una cama -bueno, a veces sí-. ¿Qué es la inteligencia? Cito textual "Inteligencia es definida en términos de la habilidad para alcanzar el éxito en la vida en términos de los estándares individuales, dentro de un contexto sociocultural" (Sternberg, 2003)...

Esta definición es en el contexto de una nueva aproximación al estudio de la inteligencia planteada por Robert Sternberg. Este autor, inicialmente sugirió una teoría triádica de la inteligencia. En ella planteaba que la ésta podía ser estudiada considerando tres inteligencias: a) Inteligencia componencial, b) inteligencia experiencial y c) inteligencia contextual.

Quizá en un exceso de resumen e interpretación podría decirse, de acuerdo al enfoque anterior, que la inteligencia debería ser vista a la luz del contexto en dónde ocurría, en función de las habilidades de la persona y de las capacidades de procesamiento de la información. Si fuera cierta mi interpretación, la consecuencia natural sería una definición como la que planteaba hace un momento que está dentro de lo que actualmente llama Sternberg, inteligencia exitosa.

La Inteligencia Exitosa es una especie de efecto, evolución, aplicación o adaptación de la Teoría Triádica de la Inteligencia, propuesta por Robert Sternberg. Un visión que comparte un sentido altamente adaptativo.

El sentido adaptativo o bien, en el caso que nos ocupa, la habilidad para alcanzar el éxito puede existir en tres dominios: En el trabajo analítico, en el trabajo creativo o en el trabajo práctico.

De acuerdo con Sternberg, es posible identificar tres formas o diferentes manifestaciones de la inteligencia. a) La inteligencia analítica que permite el comparar, contrastar, juzgar, evaluar y analizar. b) La inteligencia creativa que está en el proceso de descubrir, inventar, imaginar, suponer. c) La inteligencia práctica que es equivalente a usar, aprovechar, aplicar.


Inteligencia Analítica

Es, en alguna medida la capacidad que nos ayuda a solucionar problemas. En este sentido se plantean 6 fases que suceden cuando alguien ejercita la inteligencia analítica:

1) Reconocimiento del problema. 2) Definición del problema. 3) Formulación de una estrategia de solución del problema. 4) Representación de la información. 5) Asignación de recursos. 6) Control y evaluación.

Reconocer un problema, se traduce en no esperar que los problemas nos rebasen y reconocer su existencia cuando aún se está en posibilidad de tener control para dar comienzo al proceso de resolución. Reconocer es fundamental en el proceso de solución. Para resolver hay que reconocer y aquí no se requiere mayor ciencia. Sabemos que se tiene un problema por que las cosas no funcionan como debieran, o las técnicas que producían un conjunto de resultados ahora producen otros menos adecuados, o bien algunas capacidades decaen o no resultan eficientes. Si estamos alerta a esto, entonces no necesitaremos esperar que los problemas nos golpeen la cabeza.

La segunda fase en un proceso de análisis es la definición del problema. Se sabe, que a mayor tiempo en clarificar con exactitud el problema, menor será el tiempo para resolverlo y mejor la calidad de la respuesta. El actuar sin precipitación es una actitud que nuestra socio-cultura necesita potenciar; es muy importante en la identificación del problema y también lo es en la formulación de estrategias de solución. Un formulación cuidadosa de la estrategia, centrada en una planificación a largo plazo resultará más poderosa que la búsqueda de la gratificación inmediata con pensamientos orientados al corto plazo. Si bien esto parece obvio la pregunta es ¿Estamos proporcionando experiencias de aprendizaje que conduzcan a nuestros estudiantes a ser mejores pensadores, que detengan las soluciones inmediatas en beneficio de soluciones que aunque más lejanas más garantizan un mejor futuro?

Por supuesto que no sólo necesitamos hacer que nuestros estudiantes sean planificadores capaces y eficientes, sino que tengan una excelente capacidad simbólica que les permita representar la información. Representar correctamente la información da la posibilidad real de resolver problemas, da el tipo de solución final. Por ello es necesario detenernos en el proceso educativo y atender las formas y procedimientos que realiza el estudiante al resolver un problema, para que en este atender podamos ayudarle a que represente lo más cuidadosamente posible la información acerca de un problema y se centre en utilizar efectivamente esa información.

¿Qué hace que unas personas sean más productivas con la información que poseen qué otras? La asignación de recursos. Esto es, decidir qué cantidades van en qué medida, en función del contexto, en función de la tarea, y en función de uno mismo. Tal asignación de recursos, intelectuales, de conducta o emocionales considera los riesgos, las recompensas, los beneficios en el corto y largo plazo.

Saber de qué recursos se dispone y cómo asignarlos requiere de procesos de control y evaluación. Estos procesos pueden considerarse como formas de registro de nuestra huella cognitiva y como formas de monitoreo del rendimiento intelectual. Independientemente de la certeza de éxito de las personas con inteligencia exitosa, una cosa parece cierta: el control y la evaluación de las decisiones. Esto permite la corrección de errores y decisiones mejor razonadas. Es probable que este control otorgue cierta garantía en la diferenciación de medios y fines al resolver un problema, en saber avanzar con mejor certeza y, así mismo, retroceder cuando es necesario, permite también generar, comprobar, generar.

Hablar de generar, conduce a hablar de creatividad . La inteligencias exitosa, además de se ser analítica y quizá de ser más en algunas personas, también es una inteligencia creativa. Hallar buenos problemas, más que sólo resolverlos es quizá la tarea más definitoria de la inteligencia creativa.


Inteligencia Creativa

La inteligencia creativa, encuentra, inventa, descubre, crea, genera ideas que son nuevas y son valiosas. Esto es parte importante de la definición de la creatividad: la novedad u originalidad y la valía, que es bastante social, o para algunos solo social.

La creatividad la he definido como la generación de procesos de información, productos o conductas relevantes para una situación de destreza o conocimiento insuficiente.

Pero lo más importante aquí no es la creatividad en sí, sino el ser creativo. Por supuesto, como bien dice Mihaly Csickszentmihalyi, la creatividad está en la interacción de las transformaciones que una persona hace, en un ámbito y que un grupo social (campo) evalúa como creativas. No es posible negar tal interacción de elementos y no lo hacemos, lo que en este momento deseamos, es poner el énfasis momentáneo en el ser que hace las transformaciones, en la persona creativa.

Una persona creativa es una persona que desafía. La persona creativa observa lo nuevo y lo valioso en un mundo que otros no observan igual. Esta emancipación de la realidad, es quizá vista por otros como una afrenta, como una oposición al orden establecido... Los creativos desafían este orden, por eso van adelante. Los creativos cuestionan los supuestos y estimulan a otros a hacer lo mismo.

Sternberg, considera que las personas con inteligencia exitosa - creativa buscan modelos y finamente se convierten ellos mismos en tales. En esta tarea pueden cometer errores, y quizá esto marca otra característica, el permitirse el error y permitir a los demás, no en el afán de la mediocridad, sino del atreverse, de la flexibilidad, del entrarle. Por ello, no es raro que Sternberg diga que las personas creativas, con inteligencia exitosa, asumen riesgos sensatos... y no sólo eso, estimulan a otros a asumirlo.

Voy a hacer aquí un llamamiento en forma de pregunta ¿nuestras formas de facilitación de experiencias de aprendizaje están promoviendo esto o están promoviendo lo contrario? ¿Tenemos una Institución que fomente el asumir retos, atreverse, ser flexibles, cuestionar? Una intachable y buena dedicación para que el estudiante llegue al conocimiento que el profesor tiene puede parecer loable, pero ¿y luego? o más aún ¿cómo llegó a ese conocimiento el estudiante? El cómo puede ser tan "perverso" que quizá el estudiante puede llegar a "tener" el conocimiento por miedo, por no atreverse, evitando la flexibilidad, complaciendo a la autoridad -y la complacencia puede ser un camino fácil a la corrupción-. Si ese fue el camino, más valdría no haber estudiado o por lo menos no haber estado literalmente en manos de tan sabio profesor. Te propongo entonces un sentido más positivo, sugiere experiencias de aprendizaje, que permitan afrontar retos, atreverse, ser flexibles. De esta manera entonces quizá el conocimiento se vuelva emancipatorio. De esta manera quizá podamos facilitar el desarrollo de un pensamiento crítico que permita buscar el conocimiento de manera más flexible, más allá de la clase, genero o nacionalidad, en una cultura de la diversidad y por lo humano como sugiere Nussbaum.

Si sabemos cómo son los creativos quizá podamos facilitar a nuestros estudiantes experiencias que les permitan potenciar su creatividad. Sternberg sugiere que las personas creativas, con inteligencia exitosa, buscan para sí mismas y para los demás tareas que permitan la creatividad. Pareciera que fuera creatividad por creatividad misma, lo cual no es mala idea. Después de todo decimos que algo es creativo cuando es algo nuevo y útil.

El creativo, en el camino de la búsqueda de la creatividad, define y redefine activamente los problemas. Tal actividad de definición - redefinición, requiere que se tolere la ambigüedad en el proceso y si bien es incómoda, también es un aliciente para encontrar respuestas. Es una intención paradójica, se tolera la ambigüedad pero se intenta resolver a ésta. Nótese que dije resolver, no eliminar. Eliminar puede traducirse, a veces, como taparse los ojos. Me parece que esto es importante en el proceso de aprendizaje y frecuentemente lo olvidamos. Recientemente en un curso citaba a Rescorla y Wagner diciendo que sólo se aprende cuándo algo contradice tus expectativas.

Pero es probablemente la tenacidad lo que permite que el creativo sea creativo: las horas de trabajo intenso, el comprender los obstáculos y probar alternativas una y otra vez. Tenacidad no es testarudez, tenacidad es convicción, endereza, disciplina, fuerza. Tenacidad implica capacidades adaptativas. Adaptarse proactivamente para ser un buen ciudadano del mundo, para retomar la expresión de ciudadanía de Nussbaum. Adaptarse con el mundo es comunicarse con él… la creatividad es tao y no lo es. La creatividad es una forma de adaptación que también es la mejor expresión de la inteligencia práctica, esa forma de ser inteligente que se caracteriza por el usar, aprovechar, aplicar.

Este aplicar, este aprovechar, no es más que una manera de narrar nuestras vidas, de construir el mundo cómo lo queremos, de construir, cultivar nuestra humanidad (Nussbaum, nuevamente). ¿cuándo decidimos emprender acciones que nos permitan este cultivo de la humanidad? ¿qué situaciones permiten esto? Fluidez, es una respuesta.


Estados de fluidez

La teoría de flujo propuesta por Mihaly Csikszentmihalyi establece, entre otras cosas, una relación entre las propias habilidades y el desafío de la tarea, que puede conducir a un estado que Csikszentmihalyi llama flujo, un estado que podría llamarse también plenitud. Tal vez podemos afirmar que en tales casos aparece un desafío importante que pone nuestras capacidades al máximo, al entrar en juego nuestras habilidades tomamos cierto control de la situación y la ansiedad desaparece para finalmente entrar en un estado de fluidez.


Como puede apreciarse, estar en nuestra mayor habilidad y con un desafío importante permite el estado de fluidez. Lo anterior resulta importante para potenciar el trabajo creativo. Sirve además para clarificar algunas concepciones en donde algunas personas afirman que sólo bajo situaciones de presión crean. Quizá, ese estado de ansiedad o de estrés o de presión, es en realidad un estado que luego conducirá a la activación y posteriormente a la creatividad. Tal vez podemos afirmar que en tales casos aparece un desafío importante que pone nuestras capacidades al máximo, al entrar en juego nuestras habilidades tomamos cierto control de la situación y la ansiedad desaparece para finalmente entrar en un estado de fluidez... quizá.

Aunque en general, se habla de el estado de fluidez en relación a estados que suceden en la persona, una posibilidad para los que trabajan en procesos creativos es no sólo estar en el estado, sino generarlo a los usuarios del producto o del servicio. ¿Generamos suficientes experiencias que faciliten aprendizajes en estados de fluidez?

Los estados de fluidez son propicios para niveles óptimos de procesamiento superior como el pensamiento crítico y la creatividad.


Pensamiento crítico y creatividad

El pensamiento crítico no puede suceder por decreto en nuestros estudiantes, el pensamiento critico es un proceso intelectual disciplinado, de conceptualización, aplicación, análisis, síntesis y/o evaluación de la información, realizado de manera activa y hábil; proveniente de la observación, experiencias, reflexión, razonamiento o comunicación, como guía para creer y actuar... Por ello no es un decreto es un proceso que requiere de ambientes estimulantes, de facilitadores experimentados, de compromiso.

Creatividad y fluidez son elementos que potencian el pensar críticamente. De ahí que sea importante incorporar a los procesos creativos dentro de programa que intenten mejorar las habilidades de pensamiento crítico. El pensamiento crítico requiere de la habilidad de identificar y cambiar prejuicios, de imaginar y explorar alternativas, de reconocer y usar diferentes paradigmas. En suma, requiere de fuertes dosis de procesos creativos en un marco de inteligencia exitosa.

La inclusión explícita de métodos que potencien a los procesos creativos, y metacognitivos, seguramente enriquecerían cualquier programa de desarrollo de habilidades de pensamiento. Aunque también habrá de plantearse para qué, sí, para qué desarrollar habilidades de pensamiento. Tal vez para ser más humanos, más libres. Para evitar que los señalamientos de alerta de Foucault, Lyotard y Derrida se confirmen: "las utopías y promesas de un mejor mundo o de una educación más democrática, esconden voluntades de poder que provocan guerras, campos de concentración, estados dictatoriales y prácticas educativas totalitarias".

Trabajar en torno al pensamiento crítico quizá también se convierta en un ejercicio de humanidad ante una vida moderna que "tiende a ahorrarnos el esfuerzo intelectual, como lo hace con el esfuerzo físico. Reemplaza -la vida moderna-, por ejemplo, la imaginación por las imágenes, el razonamiento por los símbolos y las escrituras por la mecánica; y a menudo por nada. Nos ofrece -la vida moderna- todas las facilidades, todos lo medios cortos para llegar a la meta sin haber recorrido el camino. Y esto es excelente; pero esto es bastante peligroso. Esto se combina a otras causas que no voy a enumerar para producir... una cierta disminución general de los valores y de los esfuerzos en el orden del espíritu" (Valery).

Por eso, un poco de pensamiento crítico, de creatividad y de observar como pensamos y cómo creamos nunca está de más para ser más libres, más humanos.

Ser capaces de formarnos intelectualmente en la disciplina, en la conceptualización, aplicación, análisis, síntesis y/o evaluación de la información. En realizar esto hábilmente. En emprender tales procesos intelectuales, a partir de la observación, experiencia, reflexión, razonamiento y comunicación, no dará una mejor guía de creer y actuar, nos proporcionará una Universidad de Inteligencia Exitosa, una comunidad que busca, crea, cultiva a la humanidad.

lunes, 19 de abril de 2010

Qué es la Inteligencia Exitosa: el modelo de Robert Sternberg

El concepto de "inteligencia" ha sufrido numerosos cambios, como era de esperarse, a lo largo del tiempo.

Un importante planteo que hasta el momento, según mi juicio, ha sido desaprovechado es el de 'INTELIGENCIA EXITOSA', aunque en parte esto quiza se deba a que su principal exponente, el Dr. Robert Stenberg, curiosa e inexplicablemente ha omitido incluir la Inteligencia Emocional en su modelo.

La inteligencia exitosa es la habilidad intencional para adaptarse a diferentes ambientes, moldearlos y seleccionarlos, así como para lograr propósitos propios y de nuestra sociedad y cultura (Sternberg, 1996).

La inteligencia exitosa implica que un individuo pueda distinguir su patrón de fortalezas y debilidades, para luego hallar las formas de capitalizar las primeras y de compensar o corregir las segundas.

Según esto, no existe un solo conjunto de habilidades a medir para caracterizar completamente la inteligencia exitosa de las personas. La gente, al menos parcialmente, alcanza el éxito de maneras idiosincrásicas, lo cual implica encontrar cuál es la mejor manera de explotar sus propios patrones de fortalezas y debilidades.

La inteligencia exitosa difiere de diversa forma de las nociones convencionales, más académicas de la inteligencia. Considérense algunas de las diferencias más importantes.

Las definiciones convencionales de la inteligencia hacen énfasis en la adaptación a ambientes existentes (véase, por ejemplo, "La inteligencia y su medición", 1921; Sternberg y Detterman, 1986). Según esto, una persona es inteligente en la medida en que pueda adaptarse a los ambientes existentes.

El problema con esta definición es que asigna al individuo un papel relativamente pasivo en relación con el contexto ambiental: éste demanda; aquél responde.

Pese a que el papel pasivo puede describir adecuadamente la inteligencia en muchos marcos escolares -e incluso en los laborales de bajo perfil-, no describe el papel activo que asumen las personas al plantearse objetivos y al lograrlos en el curso de sus vidas.

Las concepciones convencionales de inteligencia se han diseñado con frecuencia en relación con tipos de tareas relativamente abstractas y académicas (por ejemplo, Binet y Simón, 1916; Piaget, 1972). Las pruebas convencionales han hecho énfasis en tales tareas; por lo general, la validación de estas concepciones -y las pruebas que se derivan de ellas- se dan en términos de desempeño escolar o del resultado en las pruebas estandarizadas de logro, que miden dicho desempeño. Por el contrario, la inteligencia exitosa no puede medirse adecuadamente sólo con tareas de tipo abstracto o académico, ni puede validarse bien mediante calificaciones escolares.

Las nociones convencionales de inteligencia parecen hacer énfasis en destrezas en extremo relevantes para la escuela, pero que quizás son algo menos importantes más adelante.

Así, la memoria y las destrezas analíticas -del tipo privilegiado por las teorías tradicionales de inteligencia (véase Carroll, 1993; Gardner et al., 1996; Sternberg, 1990)- son muy importantes en la escuela y, pese a que siguen siéndolo después, lo son considerablemente menos, mientras otras entran cada vez más en juego.

Por lo tanto, es quizás poco sorprendente que las pruebas convencionales de inteligencia predigan mejor las calificaciones escolares que el desempeño laboral (Wagner, en prensa). Más interesante aún resulta el que estas pruebas no sean ni siquiera los mejores predictores de todos los aspectos del desempeño escolar.

Para la inteligencia exitosa de prácticamente cualquier persona son relevantes ciertas habilidades: las creativas, las analíticas y las prácticas (Sternberg, 1985a, 1988a, 1996). Las habilidades analíticas son necesarias para analizar y evaluar las opciones disponibles en la vida; las creativas, para generar dichas opciones; y las prácticas, para implementarlas y hacerlas funcionar.

Abel Cortese
Publicado por Abel Cortese

Naturaleza de la Inteligencia Exitosa

La inteligencia que nos conduce al triunfo, según el Dr. Robert Sternberg (Universidad de Yale), es distinta tanto del coeficiente intelectual, que implica logros académicos, como de la inteligencia emocional, que implica la modalidad de pensamiento más idónea para las relaciones personales.

Requiere habilidad en tres tipos de pensamiento: el creador, el práctico y el analítico, de manera que las personas que poseen este tipo de inteligencia son motivadas, autocontroladas, perseverantes e independientes; se muestran siempre astutas para conseguir resultados a partir de lo que hacen, pues disponen del saber práctico necesario para hacerlo bien casi todo y para encontrar maneras de superar sus limitaciones; y, lo más estimulante de todo, en el fondo poseen una inteligencia que se puede medir y desarrollar.

La inteligencia emocional representa de cierta forma la otra cara de la moneda de la inteligencia académica y, tal vez, de la inteligencia múltiple. Una tiene que ver con destrezas cognitivas, la otra con habilidades emocionales. ¿Existe alguna forma de combinar estos distintos tipos de inteligencia?

Una solución a este problema es lo que he llamado Inteligencia Exitosa, esto es, la habilidad de una persona para alcanzar el éxito en la vida, ya sea según modelos personales o ajenos. Esta inteligencia es de naturaleza distinta a la de los otros tipos de inteligencia, puesto que es única para cada individuo.

Por lo tanto, no pueden graficarse puntajes para la inteligencia exitosa de la misma manera como potencialmente podría hacerse con los de CI, IM e incluso IE.

Una persona es inteligente exitosamente en la medida en que sea capaz de saber qué hace bien y qué no tanto, para luego concebir cómo capitalizar o aprovechar al máximo sus fortalezas, al tiempo que compensa o corrige sus debilidades.

Las fortalezas y debilidades de la gente son tan diversas como la gente misma.

La mayoría de las personas que tienen éxito en sus vidas, como sea que se defina, son aquellas que saben quiénes son -qué tienen para ofrecerse a sí mismos, a los otros, y al mundo en general. Encuentran formas para utilizar al máximo sus diversos talentos, así como para vivir con sus debilidades.

Estas son algunas diferencias entre la inteligencia exitosa y la tradicional:

TESTS. La inteligencia exitosa no se mide con pruebas porque éstas se centran en la inteligencia académica inerte y no en la que está activa y se pone en práctica en la vida.

CANTIDAD. Uno no tiene una cantidad fija de inteligencia. Por lo tanto, es modificable. Se puede aumentar o disminuir si se la usa o no.

CLAVE. La inteligencia no es un problema de cantidad, sino de equilibrio. De saber cuándo y cómo usar las habilidades.

ORIGEN. La inteligencia es en parte heredada y en parte ambiental. Se desarrolla a lo largo de la vida y con las influencias familiares, de amistades y vínculos que se van creando.

FLEXIBILIDAD. Es un elemento importante. Hay que enseñar a los niños a enfocar los problemas desde varios puntos de vista y a ver cómo otras culturas abordan los problemas.

Abel Cortese
Publicado por Abel Cortese

Obstáculos al desarrollo de la Inteligencia Exitosa (II)

Las personas con inteligencia exitosa se percatan de que el medio en el que se encuentran puede o no capacitarlas para sacar el máximo partido a su talento. Buscan activamente un medio en el que no sólo puedan realizar su trabajo con competencia, sino introducir una diferencia. Crean sus propias oportunidades antes que aceptar pasivamente las limitaciones que a esas oportunidades imponen las circunstancias en las que les toca vivir.

¿Por qué los norteamericanos se preocupan tanto por los test de inteligencia? Hay pocos países en el mundo que los tengan tan en cuenta. Otros países tienen en cuenta las pruebas de resultados, tanto como nosotros o más aún. Pero este tipo de test mide las habilidades y los conocimientos reales. Se puede entender que se dé valor a lo que uno sabe. Pero es menos claro que se dé valor a un test que mide lo que uno podría o no llegar a saber.

El Cociente Intelectual (CI o IQ)concierne a las puntuaciones que se obtienen en diversos tests que se emplean en escuelas y en empresas. La inteligencia concierne a lo que uno puede conseguir realmente. Y la inteligencia exitosa concierne a lo que uno puede conseguir realmente y que además marque una diferencia para uno mismo y para los demás.

Las personas con inteligencia exitosa que no puntúan bien en los tests, al reconocer el exceso de confianza que nuestra sociedad deposita en éstos, estudia la manera de obtener mejores resultados y así incrementa las oportunidades de alcanzar sus objetivos. Si no pueden mejorar sus puntuaciones hasta los niveles deseados, encuentran caminos alternativos para sus fines.

Las personas con inteligencia exitosa tratan de comportarse de tal manera que no sólo resulten competentes, sino que se destaquen de los sujetos que obtienen resultados normales. Advierten que la diferencia entre competencia y excelencia puede ser pequeña, pero que son inmensas las compensaciones, tanto internas como externas, que favorecen a la excelencia.

Si se le pregunta al señor Spock, de la famosa Star Trek, cuál es la temperatura exterior y se le dice que se prefiere la medida en la escala Fahrenheit antes que en la Celsius o la Kelvin, contestará inmediatamente: «72,849273 grados». No hay nada como la precisión a la hora de conocer la temperatura. En realidad, en nuestra sociedad no hay nada como la precisión a la hora de conocer prácticamente cualquier cosa, incluso la medida de la inteligencia. C

on los resultados estandarizados de los tests uno se queda con una abrumadora sensación de precisión; mejor aún, de exactitud. Podemos hablar de un cociente intelectual de 116 —preciso hasta tres dígitos— o de un resultado de SAT de 580, y así sucesivamente. Pero hay un problema. Nuestras habilidades para medir la temperatura y para medir la inteligencia no son las mismas.

En lo que respecta a la temperatura, sabemos exactamente qué estamos midiendo. En lo que concierne a la inteligencia, no.

Además, en el primer caso, lo único que nos impediría ofrecer mediciones con la misma exactitud que el señor Spock sería la precisión de nuestros instrumentos: con un termómetro lo suficientemente preciso, nuestra medida de la temperatura puede aproximarse mucho a la exactitud. En cuanto a los tests de cociente intelectual, puesto que no sabemos exactamente qué estamos midiendo, la creciente precisión de la medición es en gran parte mera ilusión.

Dicho de otra manera, la creciente nitidez de la imagen de una pantalla cinematográfica no hace que los objetos representados sean más reales.

Robert Sternberg
Publicado por Abel Cortese

Obstáculos al desarrollo de la Inteligencia Exitosa (I)

Como aprendí por experiencia propia, uno de los mayores obstáculos al desarrollo de lo que llamo inteligencia exitosa son las expectativas negativas por parte de las figuras que encarnan la autoridad. Cuando estas figuras, ya se trate de maestros, administradores, padres o empleadores, tienen expectativas pobres, eso mismo suele llevarles a obtener de un individuo precisamente lo que esperan de él.

El proceso puede comenzar en la escuela, pero por lo general no termina en ella. Las malas calificaciones se convierten en un billete para el carril lento de la vida.

Así, lo que tan fácilmente nos empuja por la cuesta descendente a la ruina no es el bajo cociente intelectual por sí mismo, sino las expectativas negativas que genera.

Las personas con inteligencia exitosa desafían las expectativas negativas, aun cuando tales expectativas se basen en bajos rendimientos en tests de Cociente Intelectual o similares. No permiten que la evaluación de otras personas les impidan alcanzar sus objetivos. Encuentran su camino y luego lo siguen, sabiendo que encontrarán obstáculos a su paso y que parte de su reto consiste precisamente en superar esos obstáculos.

Un segundo gran obstáculo para la inteligencia exitosa es la inseguridad acerca de nuestra propia eficacia. No se trata tan sólo de la interposición de las expectativas negativas de los demás, sino de que estas expectativas son contagiosas y terminan por retraer a una persona de desarrollar sus potencialidades para el éxito.

Las personas con inteligencia exitosa son autoeficientes. Confían en sus posibilidades. Advierten que, a menudo, los límites de lo que pueden hacer están más en lo que se dicen a sí mismas que no pueden hacer que en lo que realmente no pueden hacer.

Las personas con inteligencia exitosa buscan activamente modelos. Es posible que tengan varios modelos a lo largo de la vida, y su propio éxito representa la unificación de los mejores atributos de los diversos modelos. En otras palabras, no siguen servilmente a ningún modelo en particular, sino que más bien forman su propia identidad distintiva.

También observan a la gente que fracasa, toman nota de por qué fracasa y luego se aseguran de obrar de otra manera.

Se han realizado muchas investigaciones que muestran la gran debilidad inherente al Cociente Intelectual como elemento de predicción de resultados posteriores. Pero en lugar de concluir que el coeficiente el intelectual no es muy importante, hay investigadores que concluyen extrañamente que las habilidades que mide el cociente intelectual son la causa de los éxitos o fracasos posteriores. La investigación no muestra eso. Lo que muestra la investigación es una relación estadística, no una relación causal.

Las etiquetas no son simples descripciones de la realidad, sino que contribuyen a moldear la realidad.

El Cociente Intelectual (CI o IQ) concierne a la etiqueta que se supone que predice si una persona será o no capaz de realizar un trabajo determinado, ya se trate de lectura, escritura o creación de un plan empresarial. La inteligencia concierne a las habilidades que capacitan en verdad a una persona para leer, escribir o crear un plan empresa rial técnicamente perfecto, diga lo que diga el test.

La inteligencia exitosa concierne a la escritura de la historia o del informe que no sólo es técnicamente bueno, sino que cambia el modo de pensar de las personas; concierne al diseño de un plan empresarial que no sólo es perfecto, sino que lanza a una empresa eficaz a un mundo competitivo.

La idea de poner en relación el Cociente Intelectual con los logros en la vida es una idea descarriada, pues el cociente intelectual es un elemento pobrísimo de predicción de los logros en la vida. Aumentamos la importancia del cociente intelectual al determinar los caminos de los niños, ya desde la escuela primaria, sobre la base de sus puntuaciones en estos tests o en otros similares. El niño que tal vez un día podría llegar a ser un gran escritor, no tendrá oportunidad de desarrollar las habilidades verbales que lo capaciten para realizar ese potencial. ¿Y por qué? Porque un día, en el primer curso de primaria, fracasó en un test de lectura.



Parte II: http://inteligencia-exitosa.blogspot.com/2009/08/obstaculos-al-desarrollo-de-la.html
Publicado por Abel Cortese

Cómo Desarrollar en su Hijo la Inteligencia Exitosa (I)

Hubo un tiempo en el cual, para saber si un niño era excepcional, se le suministraba una prueba de CI (inteligencia convencional)(1).

Esto fue lo que Lewis Terman hizo en su famoso estudio sobre niños excepcionales realizado en la Universidad de Stanford en 1921. Terman hizo lo mismo en un estudio menos conocido, pero igualmente importante, en el Hunter College.

En ambos estudios los CI promedio estaban alrededor de 150, un puntaje logrado por tan solo una pequeña fracción del uno por ciento de la población. ¿Qué ocurre con las personas de tan alto CI?

Los resultados de estos dos trabajos -uno desarrollado en la costa oeste y el otro en la este- fueron prácticamente idénticos. La mayoría de estos individuos identificados como excepcionales alcanzaron altos niveles educativos y llegaron a ser profesionalmente exitosos. La mayoría de ellos se sentían satisfechos con sus logros profesionales y en otros campos de la vida. Pero los dos estudios arrojaron otro resultado desconcertante: muy pocos de estos individuos ultrainteligentes se convirtieron en eminencias en sus respectivos campos, lo cual condujo a un grupo de investigadores a preguntarse por qué tanto intelecto no conducía a la eminencia. En pocas palabras, las pruebas de CI parecían haber seleccionado a quienes habrían de adaptarse cabalmente a las demandas de la sociedad, pero no a aquellos que habrían de moldearla, no a quienes la conducirían en el futuro.

Estos resultados no sólo no son sorprendentes, sino predecibles. Las pruebas de CI siempre se han orientado a medir la habilidad de una persona para adaptarse a su medio. Así lo establecieron Alfred Binet y David Wechsler, diseñadores de las dos pruebas convencionales de inteligencia más conocidas y usadas. Desde 1921 hasta hoy, en los simposios de sicólogos especialistas en inteligencia, ésta ha sido típicamente definida como la habilidad para adaptarse al medio. Según esto, las pruebas de CI cumplen en algo con aquello para lo que fueron diseñadas.

LA INTELIGENCIA ACADÉMICA CONVENCIONAL (IC)
Las pruebas de CI son parcialmente efectivas, pero, ¿hasta qué punto y por qué? Ellas no miden tan bien la adaptabilidad como lo pensamos alguna vez y, más aún, al producir sus resultados, no sólo pueden fallar en la identificación de nuestros líderes potenciales, sino que pueden realmente desviarlos de su ruta.Las pruebas de inteligencia miden principalmente dos tipos de destrezas cognitivas: las memorísticas y las de razonamiento analítico. Para ello se valen casi siempre de ítems verbales y cuantitativos, y algunas veces también de ítems figurativos (geométricos). Se ajustan bien a aquellos niños que:

1. han recibido una educación de alta calidad
2. a la manera occidental;
3. son hablantes nativos del inglés, o lo han aprendido bien y han tenido experiencias enriquecedoras con él en el medio familiar en el que crecieron;
4. han tenido experiencias que -en la sociedad occidental- les permite el nivel de vida de la clase media y media alta;
5. tienden a pensar bien de manera convencional, aunque algo estrecha
6. sin cuestionarse si este tipo de pensamiento arroja respuestas "correctas", y
7. lo hacen con rapidez.

Los niños que cumplen estos criterios muy posiblemente serán excelentes en la escuela, que enseña y evalúa el logro según las mismas características valoradas por las pruebas de inteligencia convencional. Y no hay nada de malo en ellas; de hecho, están moderadamente asociadas al buen desempeño escolar y, en menor medida, a varios criterios de éxito en la vida. Sin embargo, aún existe un problema.

No todos los niños excepcionales se ajustan a la descripción "tipo CI" de la excepcionalidad. Por lo anterior, algunos niños son identificados y "exaltados" como excepcionales -lo que sin duda son-, pero la excepcionalidad de otros se pasa por alto. ¿Quiénes son esos otros niños que podrían convertirse en la siguiente generación de líderes?

Robert J. Sternberg
Publicado por Abel Cortese

Cómo Desarrollar en su Hijo la Inteligencia Exitosa (II)

DEL CI A LA INTELIGENCIA MÚLTIPLE (IM)
Howard Gardner ha propuesto la necesidad de ampliar el rango de las destrezas cognitivas medidas para incluir las Inteligencias Múltiples:

(1) lingüística (leer un libro, escribir un poema);

(2) lógico-matemática (resolver problemas matemáticos o lógicos);

(3) espacial (organizar las maletas en el baúl del auto);

(4) musical (componer o cantar una canción);

(5) cinético-corporal (bailar o jugar fútbol);

(6) interpersonal (comprender a los demás);

(7) intrapersonal (comprenderse a uno mismo);

(8) naturalista (encontrarle sentido al mundo natural).

Esta teoría tiene la ventaja de ampliar enormemente la manera de identificar la excepcionalidad. Sería de esperar, en general, que los niños de CI alto tuvieran un buen desempeño en las primeras dos o tres inteligencias, pero no necesariamente en las otras. Por el contrario, aquellos niños excelentes en las otras podrían no parecer particularmente brillantes en una prueba de CI. La propuesta de Gardner responde, aunque no por completo, a las limitaciones de las pruebas de CI.

DE LA IM A LA INTELIGENCIA EMOCIONAL (IE)
Otros investigadores han sugerido que para comprender la inteligencia y saber quien es excepcional debemos ir más allá del ámbito cognitivo y acceder al emocional, a la Inteligencia Emocional, un concepto muy popular y ampliamente debatido en tiempos recientes En esencia, la inteligencia emocional es la habilidad para comprender, regular y canalizar efectivamente las emociones.

¿Es importante la Inteligencia Emocional? Sin duda lo es. Todos sabemos de niños que cayeron en desgracia con sus profesores por sus arranques intempestivos u otros ejemplos de un comportamiento emocional poco regulado. El problema no se limita a los niños.

Conozco a un hombre que -siendo ejecutivo de una importante compañía-, cuando se le informó que había sido descartado para un ascenso, llamó y regañó a su jefe por la pésima escogencia. El hombre no solamente perdió el ascenso, sino también su empleo.

Pese a que la evidencia investigativa sobre la Inteligencia Emocional ha aparecido lentamente, ahora se reconoce más la importancia de esta área funcional. Para adaptarse al ambiente, la gente no sólo necesita ser efectiva en el uso de sus destrezas cognitivas, sino también en el de las emocionales.


Robert Sternberg
Publicado por Abel Cortese

Cómo Desarrollar en su Hijo la Inteligencia Exitosa (III)

DE LA IE A LA INTELIGENCIA EXITOSA (IX)(2)
La inteligencia emocional representa de cierta forma la otra cara de la moneda de la inteligencia académica y, tal vez, de la inteligencia múltiple. Una tiene que ver con destrezas cognitivas, la otra con habilidades emocionales. ¿Existe alguna forma de combinar estos distintos tipos de inteligencia?

Una solución a este problema es lo que he llamado Inteligencia Exitosa (IX), esto es, la habilidad de una persona para alcanzar el éxito en la vida, ya sea según modelos personales o ajenos. Esta inteligencia es de naturaleza distinta a la de los otros tipos de inteligencia, puesto que es única para cada individuo. Por lo tanto, no pueden graficarse puntajes para la inteligencia exitosa de la misma manera como potencialmente podría hacerse con los de CI, IM e incluso IE.

Una persona es inteligente exitosamente en la medida en que sea capaz de saber qué hace bien y qué no tanto, para luego concebir cómo capitalizar o aprovechar al máximo sus fortalezas, al tiempo que compensa o corrige sus debilidades. Las fortalezas y debilidades de la gente son tan diversas como la gente misma. La mayoría de las personas que tienen éxito en sus vidas, como sea que se defina, son aquellas que saben quiénes son -qué tienen para ofrecerse a sí mismos, a los otros, y al mundo en general. Encuentran formas para utilizar al máximo sus diversos talentos, así como para vivir con sus debilidades.

La implicación de esta teoría es que la cosa más importante que puede hacer un padre por su hijo es ayudarle a encontrar su patrón de fortalezas y debilidades. Este patrón bien puede tener poco o incluso nada que ver con los tipos de talentos que en él reconoce la escuela. Por ejemplo, a los diecisiete años mi hijo se hizo piloto; a los dieciséis, mi hija tocaba el oboe y el fagot. Ninguna de estas destrezas fue particularmente valorada por la escuela. Lo importante no es tanto lo que la escuela valora, sino lo que el niño puede convertir en su empeño vital.

Yo estudiaba psicología de manera independiente cuando era adolescente, en aquellos días en que casi ninguna escuela secundaria ofrecía sicología. Mis profesores estaban vagamente al tanto de lo que yo hacía, pero no terriblemente interesados en ello. De adulto, convertí ese interés en una carrera y en una búsqueda constante.

La Inteligencia Exitosa involucra una mezcla de muchos tipos de destrezas, pero tres de ellas son particularmente importantes: las destrezas analíticas -de los tipos medidos por las pruebas convencionales de CI-, así como las destrezas creativas y las prácticas, que no pueden medirse con pruebas convencionales.

Aquellos niños con altos niveles de destrezas creativas y prácticas suelen no ser identificados como excepcionales, e incluso pueden ser vistos como "niños problema". El niño creativo puede leerse como divergente, el práctico como desmotivado. Estos calificativos son correctos en cierto sentido. Los niños creativos sí tienden a ser divergentes, y los prácticos tienden a desmotivarse frente a un trabajo académico que tiene muy poca o ninguna conexión con la vida cotidiana.

En lugar de ver estos atributos como deficiencias, la escuela puede concebirlos como fortalezas, si enseña y si evalúa el logro de modo tal que permita reconocer esas importantes habilidades.

Mis colegas y yo realizamos un estudio en el cual identificamos estudiantes de secundaria con destrezas convencionales (del tipo CI), pero también con destrezas creativas y prácticas. Luego les dictamos un curso universitario de psicología, de una manera que bien pudiera permitirles o impedirles capitalizar sus fortalezas y compensar o corregir sus debilidades.

En otras palabras, los ubicamos en salones que podían acomodarse o no sus patrones de habilidades. El hallazgo crucial fue que los niños que fueron instruidos de una manera que reconocía y premiaba su patrón de habilidades se desempeñaron significativamente mejor que aquellos otros que fueron instruidos de una manera que podemos denominar "una sola talla para todos los tamaños".

Las escuelas probablemente pueden mejorar el logro de muchos niños si tan solo enseñan de una manera que reconozca y capitalice las fortalezas de los estudiantes, mientras les permite compensar y corregir sus deficiencias.

Robert Sternberg
Publicado por Abel Cortese

Cómo Desarrollar en su Hijo la Inteligencia Exitosa (IV)

LO QUE PUEDEN HACER LOS PADRES
He aquí siete estrategias para ayudarle a su hijo a desarrollar Inteligencia Exitosa:

1. Encuentre las fortalezas y llévelas al máximo. La búsqueda puede ser frustrante. Con frecuencia implica intentar con muchas y diferentes áreas de interés, buena parte de las cuales no conducen a ninguna parte. En ocasiones usted y su hijo desearán simplemente rendirse. Pero piense en cuántos niños potencialmente excepcionales no serán identificados jamás porque ellos y sus padres nunca se tomaron la molestia de desentrañar sus fortalezas. Una de las mejores cosas que usted puede hacer por su hijo es encontrar esas áreas fuertes -incluso una- que lo ubiquen en un lugar aparte. Cuando llegue el día en que ese niño se presente a una universidad, cabrá recordar que las fortalezas poco frecuentes son las que marcan la diferencia entre un joven y los demás. Universidades como Yale y Harvard pueden encontrar muchos estudiantes con buenas calificaciones y puntajes sobresalientes en distintas pruebas, pero lo que buscan es ese algo especial que hace sobresalir a un candidato de los otros.

2. No piense convencionalmente. Al buscar las fortalezas, no piense convencionalmente. Las fortalezas pueden estar en cualquier parte: áreas académicas, música, teatro, literatura, siderurgia, dibujo, escultura, arqueología, atletismo, inversiones, arreglo de cosas, inventos, trabajo con animales, capacidad empresarial, costura, jardinería o interacción con otros. Al explorar opciones, el límite principal está en nuestra imaginación.

3. Encuentre las debilidades y corríjalas o compénselas. Los niños también necesitan saber qué es lo que no hacen bien. Una vez identificadas estas debilidades, ayúdele a su hijo a corregirlas tanto como sea posible, o diseñe estrategias de compensación. Muchas debilidades hacen muy poca diferencia en la vida de la gente. Mi trabajo artístico es terrible, pero he podido sobrevivir fácilmente sin esta habilidad. Pero, si la debilidad de su hijo está en un área en la cual debe desempeñarse -lenguaje, matemáticas, ciencias-, entonces trabaje para desarrollar estrategias compensatorias y correctivas.

4. Permito errores y falsos caminos. La búsqueda de fortalezas y debilidades -y de las formas para manejarlas- conducirá inevitablemente a errores y a seguir rutas por caminos falsos. En tanto sociedad, tendemos a abominar ambos resultados. Por el contrario, aprenda a recibirlos como oportunidades de aprendizaje. No hay mejor manera de aprender que de los errores propios y de los caminos falsos que uno ha tomado.

5. Encuentre lo que sea correcto para su hijo, así no sea lo que habría sido correcto para usted. No puedo decirles cuántos estudiantes universitarios conozco que están estudiando derecho, medicina o negocios simplemente porque era lo que sus padres querían que hicieran. En últimas podrán lograr cierto éxito en estos campos, pero por lo general no el mismo que hubieran alcanzado si hubieran seguido sus propios intereses y fortalezas. Nunca soñé que mi hijo obtuviera una licencia para conducir aviones, ni era lo que tenía en mente para él. No me enloquece el fagot. Sin embargo, motivé a mis hijos para que encontraran el camino correcto para ellos, no el camino que hubiera deseado yo que hubiesen seguido.

6. Motive los riesgos importantes. Encontrar el camino correcto implica riesgos, porque muchas veces la gente viaja primero por los caminos equivocados. También cometerán errores mientras transitan por estos caminos -e incluso mientras lo hacen por el correcto. El camino correcto puede finalmente no ser el mismo que los amigos, las autoridades escolares o incluso los padres valoran como tal. Los niños y sus padres necesitan tomar el riesgo de encontrar cuál es el camino correcto para cada niño. Las oportunidades para asumir riesgos importantes incluyen los programas de verano, los campamentos, los semestres de intercambio, los programas voluntarios extraclases, los internados y cosas por el estilo.

7. Exalte a su hijo. La Inteligencia Exitosa está al alcance de todos. Representa una noción muy diferente a la noción convencional del tipo CI. El asunto no es si las fortalezas están allí. El asunto es si podemos hallarlas. ¡Búsquelas, y habrá de encontrarlas!

Notas.
*. Título original en inglés: "Developing Your Child's Successful intelligence". Traducción de Juan Carlos Muñoz C., con la colaboración de Vanessa Vargas D., profesores del Instituto Alberto Merani. Se publica la traducción en español con autorización expresa del autor.
1. La sigla CI reemplaza a Coeficiente Intelectual. Su equivalente en inglés es la sigla IQ, Intellectual Quotient. Aquí se respeta el uso que hace el autor de esta sigla, aun cuando se la traduce. Ella aparece desde el inicio del texto en relación con el término Inteligencia Convencional (Académica) a tal punto que, a partir de la postura teórica desarrollada en este documento, podrían ser asumidos los dos constructos como sinónimos. (N. del T.)
2. Se utiliza aquí la sigla IX para reemplazar el término Inteligencia Exitosa, con el fin de evitar una posible confusión con la sigla IE, que reemplaza el término Inteligencia Emocional. (N. del T.)
Publicado por Abel Cortese

domingo, 18 de abril de 2010

Los adolescentes que comen pescado son más inteligentes

Comer pescado favorece la inteligencia, concluye un estudio sueco publicado este lunes según el cual, los adolescentes que lo consumen tienen un coeficiente intelectual (QI) más alto.
11 Mar 2009 | LA FLECHA, AGENCIAS

'Descubrimos una relación clara entre el comer frecuentemente pescado y los índices elevados' de QI en los adolescentes, comentó en un comunicado Kjell Torén, que realizó el estudio para el hospital universitario Sahlgrenska de Goteborg (oeste).

El estudio, publicado en marzo en la revista de pediatría Acta Paediatrica, analizó los QI y las capacidades de expresión y orientación espacial mostradas por 3.972 suecos de 15 años en 2000 y luego tres años después en su visita médica con motivo de su llamada al servicio militar.

Los chicos de 15 años que comían pescado al menos una vez por semana tenían una puntuación un 7% más elevada en sus test de QI realizados tres años más tarde. Pero los que comían pescado más de una vez por semana registraban una puntuación un 12% más elevada que la media en los test de QI, según los resultados del estudio.

'Hay una correlación clara entre el consumo regular de pescado a los 15 años y unas mejores posibilidades intelectuales a los 18', concluyó Maria Aaberg, coautora del estudio, citada en el comunicado.

En términos de capacidades de expresión, los jóvenes de 18 años que comían pescado una vez por semana cuando tenían 15 años presentaron resultados un 4% mejores que la media, mientras que ese porcentaje aumentó al 9% para aquellos que a los 15 años consumieron pescado más de una vez por semana.

En cuanto a la percepción espacial, las cifras fueron del 7 y 11%, respectivamente. El pescado es una fuente de omega-3, o sea, ácidos grasos cuya importancia para el desarrollo y el funcionamiento del cerebro está demostrada.

Algunos estudios también han mostrado que comer pescado durante el embarazo favorece el desarrollo intelectual del feto, así como que el consumo de pescado ralentiza la decadencia de las neuronas de las personas ancianas.

'Ya sabíamos que el pescado causaba un efecto en el cerebro de los bebés y de los ancianos pero ahora constatamos que también tiene efecto en los cerebros sanos de niños', declaró a la AFP Aaberg.

viernes, 16 de abril de 2010

Métodos para elegir el sexo de tu bebé

En la actualidad es posible elegir el sexo del bebé, ya que se pueden poner en práctica distintas rutinas que abarcan la elección a través de la alimentación y de las posiciones -preparativos y momento de ejecución del acto sexual-, que tienen una base científica. Asimismo existen otros métodos que se llevan a cabo en centros especializados en infertilidad, y sólo en casos que médicamente necesitan elegir el sexo de la descendencia.

Con datos de la sabia naturaleza
En la actualidad es posible elegir el sexo del bebé, ya que distintos procedimientos, que tienen una base científica, hacen factible este anhelo. Se pueden llevar a cabo una serie de rutinas que abarcan la elección a través de la alimentación y de las posiciones -preparativos y momento de ejecución del acto sexual-.
También hay otras técnicas, pero éstas sólo se establecen para casos que médicamente necesitan elegir el sexo de la descendencia; como sucede con aquellas enfermedades transmisibles a un sexo determinado de los hijos, por ejemplo la hemofilia, que la transmiten las mujeres y la padecen los hijos varones. Asimismo se pueden establecer para ocasiones que comprometen la vida de los niños. Estas técnicas se realizan por lo general en centros especializados en infertilidad.

Científicamente está establecido que los espermatozoides Y (masculino) son más rápidos y viven menos tiempo que los espermatozoides con cromosoma X (femenino). Por lo tanto, si se tienen relaciones sexuales en la fecha más cercana a la ovulación serán mayores las posibilidades de tener un varón. Se recomienda que el acto sexual se haga en una posición que permita una penetración en la vagina bien profunda y que el orgasmo de la mujer sea anterior a la eyaculación masculina. Debe haber una abstinencia tres o cuatro días antes de la fecha ovulatoria para tener relaciones sexuales.

Si se está buscando una niña se deben mantener relaciones dos o cuatro días antes de la fecha ovulatoria y evitar tener orgasmos durante el período de las relaciones sexuales, optando por la posición del misionero durante el coito. Los expertos aseguran un éxito en el 75% de los casos.

A continuación conoceremos una serie de consejos sencillos y caseros, los cuales tienen una base científica, y hacen posible determinar el sexo del futuro bebé.

En caso de querer un niño tener relaciones sexuales sólo durante el día de la ovulación. La mujer tiene que hacerse lavados vaginales, previo a la relación sexual, con agua y bicarbonato de sodio (un litro de agua por cada cucharada de bicarbonato de sodio), para lograr el medio alcalino que tanto favorece a los espermatozoides Y. Se recomienda que la pareja mantenga una dieta basada en proteínas animales.

Para que sea niña hay que tener relaciones sexuales hasta dos días antes de la ovulación. Hacerse lavados vaginales antes del acto con un litro de agua y una cucharadita de ácido acético (vinagre), para lograr así el medio ácido. Ambos miembros de la pareja llevar a cabo una dieta rica en lácteos y no ingerir carnes.

Asimismo se puede elegir el sexo del bebé a través de la dieta. En caso de que se quiera un varón, comer carne roja, ingerir alimentos ricos en sal, tomar bebidas cola. Y si se desea una nena, hay que comer pescado, chocolates e ingerir dulces en general.

También se puede elegir el sexo del bebé de acuerdo al momento del coito. En el caso de desear un varón, hacerlo con luna cuarto menguante a la noche y los días impares del mes. Para que sea niña, hacerlo en luna llena por la noche, en horas de la siesta, y los días pares del mes.

Los siguientes métodos se llevan cabo por especialistas:
- Método Microsoft: está basado en una técnica que diferencia a los espermatozoides portadores del cromosoma X de los espermatozoides con cromosoma Y. Una vez separados ambos espermatozoides, se completa el procedimiento con técnica de inseminación artificial in vitro.
- Técnica de separación del semen: este método se basa en que el espermatozoide portador del cromosoma Y es más liviano que el portador de cromosoma X. Mediante la centrifugación del esperma los espermatozoides con cromosoma Y quedarán en la parte superior del semen y se completa este tratamiento con técnicas de fertilización in vitro.
- Selección de embriones: este procedimiento sólo es realizado en laboratorios genéticos. Cuando el embrión ha alcanzado el nivel multicelular (blástula) se podrá extraer una de estas células y realizar un estudio genético para saber el sexo del embrión, lo que permite implantar embriones de un determinado sexo.

Daniela Ceccato

jueves, 15 de abril de 2010

Hábitos de lectura

La mitad de las mujeres son grandes lectoras frente a un cuarto de los hombres
Por Paolo Fava, en 30 de Marzo de 2009

Mujer leyendo
Este mes se ha celebrado el día del libro en Inglaterra y a la sazón han venido apareciendo una serie de estudios estadísticos sobre hábitos de lectura. El último trata de las diferencias de género, tema espinoso en este campo como en cualquier otro. Siempre se ha sabido qué sexo lee más: una de las paradojas de la literatura es que hay menos escritoras pero más lectoras, al menos hasta ahora. El estudio tenía una meta más ambiciosa: descubrir porqué las mujeres son mejores lectoras.

El estudio se realizó sobre 2.000 lectores y permitió a los investigadores establecer una tipología de lectores. Los más ávidos de todos son los “Page turner” (que vendríamos a traducir horriblemente como “gira-páginas”), lectores con una verdadera dificultad para despegarse de la trama y resignarse a dejar el libro de lado aunque sea para dormir. A este grupo, con el mayor índice de lecturas al año, pertenecen el 48% de las mujeres frente al 26% de los hombres.

¿Cuál sería el comportamiento inverso al del “page turner”? El del “slow worm” o “gusano lento” (para ser un estudio literario la elección de motes es espantosa). El “slow worm” no goza de una capacidad lectora demasiado ágil, pero aun así se compromete a llegar hasta el final del libro que ha elegido. Por lo tanto, nuestro amigo el gusano leerá una media de dos libros al año. El 32% de los hombres recaba en esta categoría frente al 18% de las mujeres. Pero eso no es todo: el doble de hombres encuestados reconoció no tener ni siquiera la constancia necesaria para acabar un libro.




Interpretar estos datos es una tarea más ardua que la de simplemente constatarlos. En The Guardian nos recuerdan una frase de Ian McEwan: “Cuando las mujeres paren de leer, la novela habrá muerto”. Ciertamente existe la convención en el mundo editorial de que las mujeres son el público crítico. Como nos confirma este estudio, son las que más leen, más compran y más se influencian mutuamente recomendándose lecturas. Un experimento de campo simple es el de comparar el número de hombres y mujeres leyendo en el transporte público. Habitualmente ganan ellas.


Ian Mc Ewan
¿Cabe decir que hay un prejuicio masculino contra la literatura? Dicho de otro modo, ¿se siente uno menos hombre por leer? Puede darse, pero suele ocurrir en ambientes que de por sí no fomentan la lectura. Hace unos años el cantante Melendi bravuconeaba diciendo que “no había leído un libro en su vida”, lo cual resulta difícil de creer. Esto no deja de ser una reacción subversiva a otro prejuicio mucho mas arraigado: que el que no lee es tonto. La lectura revaloriza socialmente independientemente del sexo, y su rechazo es una bravata de quien se siente menospreciado por el paradigma dominante.

Entre los hombres, quien puede leer lee, igual que entre las mujeres. Sólo que ellas parecen poder más y mejor. El problema puede ser de otra índole: si los hombres no tienen un prejuicio negativo hacia la lectura, tampoco tienen una disposición proactiva hacia ella. La aproximación a la literatura se aborda con mayor naturalidad en las mujeres, leer es algo que no se pone en cuestión. Asimismo, la producción editorial da muestras de acomodarse con mayor facilidad al nicho femenino.

Si hablamos de literatura femenina (que no feminista, algo enteramente distinto) podemos convenir en algunos rasgos comunes, aunque suenen tópicos. Predominio del romanticismo, por ejemplo, pero también de drama emocional, aventura e intriga. Hay colecciones y autores de literatura popular que han arrasado con esta fórmula que aún perdura. Pero ¿existe la literatura masculina? Podemos hablar de series igualmente populares de ciencia-ficción, misterio o westerns con héroes de acción tallados en granito. En su época fueron entretenimientos de masas pero hoy se han visto relegadas por el cine y la televisión.

Algo que resulta innegable es que el lector formado carece de sexo. Las propias lecturas que acumula van modificando las expectativas que en inicio le condicionaban por su género. Nuestro sexo es uno de los muchos factores psicocríticos que influyen en nuestra interpretación del texto, cierto, pero eso no evita que el hábito lector amplíe las perspectivas. Ser un “page-turner” no te garantiza convertirte en lector formado (puedes estar leyendo toda la vida un tipo de literatura sesgada), pero la práctica lectora continuada fomenta la curiosidad y la superación de tabúes. En este aspecto los chicos todavía tenemos que arrimar el hombro y dar ese saltito adelante que tanto asusta.

Hemisferios cerebrales

El funcionamiento del cerebro plantea nuevos enfoques científicos. Se ha demostrado que el cerebro y la médula espinal constituyen el Sistema Nervioso Central, en donde el cerebro pesa sólo el dos por ciento del peso total del cuerpo, consume el veinte por ciento de la energía de éste, presenta dos lados o lóbulos (derecho e izquierdo) y funciona con diez millones de neuronas excitadoras e inhibidoras.

No fue sino hasta mediados del siglo XIX que los neurólogos Paul Broca y Carl Wernicke pudieron afirmar que cada hemisferio cerebral tiene una función distinta del otro. Llegaron a esta conclusión a través de la observación de lesiones cerebrales. Pacientes con lesiones en el hemisferio izquierdo reportaban graves problemas de lenguaje. Y los pacientes con lesiones en el hemisferio derecho les provocaba una disminución en la visión. Muchos años después otros científicos realizaron pruebas con pacientes que habían sufrido un seccionamiento del cuerpo calloso que es lo que une a los dos hemisferios. De esta manera cada hemisferio trabaja sin la interferencia del otro y pudieron con mayor exactitud conocer las funciones de cada hemisferio.

Después de los 80s, siguieron otras investigaciones importantes, gracias a la cámara de positrones que permitía rectificar los datos sobre el desempeño de cada hemisferio en personas sanas.

Hoy en día sabemos que los dos hemisferios funcionan tanto conjuntamente como aisladamente. En ocasiones uno está operando por sí solo y en otras se complementan usando el cuerpo calloso que los une como puente. Por mucho tiempo se pensaba que el hemisferio izquierdo era el activo y el más valioso, mientras que el derecho aportaba poco. Hoy en día se sabe que esto no es verdad. Los dos hemisferios son igualmente importantes y cada uno tiene su función específica.

El hemisferio izquierdo está a cargo del lenguaje digital, lineal, lógico y directo. Es el hemisferio encargado del análisis, de las matemáticas y del razonamiento lógico. Éste busca una explicación, tiene la memoria, procesa la parte consciente del lenguaje, también se le llama el lado masculino.

El hemisferio derecho está más dedicado a las imágenes, al lenguaje no verbal, el lenguaje paraverbal, analógico, es el creativo, el soñador, intuitivo, sensitivo, poeta, simbólico, procesa la parte del significado del lenguaje y a este se le denomina como el lado femenino.

Como vemos los dos hemisferios captan y procesan la información en forma diferente, sin embargo se complementan entre sí y nos permiten tener una visión más amplia de nuestro entorno y nuestras capacidades de comprensión.

Hay personas muy hábiles en los negocios, en las matemáticas, en los cálculos, tienen una memoria prodigiosa y es posible que tengan un buen empleo. Estas personas están usando la mayor parte del tiempo el hemisferio izquierdo.

Por otro lado, un artista que pinta cuadros maravillosos, es capaz de cautivarnos con colores y tonalidades maravillosos. Seguramente es una persona intuitiva, sensible con un gran sentido de la estética. Es posible que trabaje por su cuenta, gana poco o gana mucho, eso no es de gran importancia para él. Esta persona está mayormente usando el hemisferio derecho.

En las escuelas occidentales se le da mayor desarrollo al hemisferio izquierdo. Casi toda la enseñanza entra y es analizada por el hemisferio izquierdo. Afortunadamente poco a poco las escuelas están incluyendo más actividades donde participe el hemisferio derecho, como son el dibujo, el canto, las manualidades, actividades creativas, teatro, danza, etc.

En oriente se enfatiza mucho más el uso del hemisferio derecho sin negar el valor y la existencia del hemisferio izquierdo. Oriente le da mayor importancia a la comprensión de la esencia de los seres en un plano más abstracto y espiritual que científico.

Lo ideal por supuesto es equilibrar los dos hemisferios, pues al utilizarlos es posible obtener una mejor comprensión de lo que me rodea. Una pintura de Picaso la puedo ver con el hemisferio izquierdo como caras deformes, o rayones sin sentido, mientras que con el derecho podré admirar los colores, la creatividad y la fuerza que tiene. El significado de un poema lo descifra el hemisferio derecho, nunca el izquierdo. Acordarme del poema lo hace el izquierdo. Se complementan. El ballet es otro buen ejemplo donde se complementan los dos hemisferios. Por un lado se necesita disciplina y precisión y por otro lado tiene mucha creatividad, inspiración y estética.

A mayor desplazamiento entre los dos hemisferios, mayor capacidad tendremos de entender al mundo y disfrutarlo. También nos llevará a una flexibilidad mayor frente a diferentes situaciones si podemos visualizar algo más que un blanco o un negro; hay muchos tonos intermedios.

Integrar estas dos polaridades es el factor que contribuirá a logros y creaciones sublimes. Al utilizar las capacidades femeninas y masculinas hay una unidad y una armonía holística. Para que cualquier tipo de aprendizaje sea significativo, deberá incluir la acción y la función de las dos partes del cerebro. Cada uno contempla y filtra la realidad de manera única y al unir las dos realidades se logra una percepción más amplia y completa de la realidad.