martes, 15 de diciembre de 2009

Aprendizaje multisensorial, por Ricardo Ros

Nos ponemos en comunicaciòn con el mundo a través de los sentidos. Los bebés utilizan sus sentidos para aprender sobre las cosas que les rodean, agarran objetos, los examina, los huelen, los manosean, los chupan…. A través de los sentidos adquieren la información necesaria para conocer ese objeto. Pero ese objeto, al principio, todavía no tiene un nombre, el atributo verbal se lo pondrán más tarde. Los sentidos auditivo, visual y kinestésico son las principales modalidades del aprendizaje, los caminos a través de los cuales recibimos información. Pero no son los únicos






Además de los cinco sentidos externos, también existen otros sentidos internos, los propioceptores, como el vestibular (que controla la posición en el espacio), el cinestésico ( que controla el movimiento) y el visceral (que controla las sensaciones de los órganos internos).
Los seres humanos poseemos un sistema de funcionamiento multicanal, es decir, podemos recibir información simultánea desde distintos canales al mismo tiempo. Generalmente uno de los canales recibe la información con mayor precisión, claridad y potencia. Otras veces, uno de los canales se recibe con cierta interferencia, provocando problemas de aprendizaje. Casi siempre, establecemos escalas con los distintos canales, de forma que unos se complementan con los otros.

El cerebro del niño se va desarrollando poco a poco a lo largo de los primeros años. Millones de conexiones sinápticas se van estableciendo entre las neuronas, aumentando las posibilidades de discriminación tactil, de percepción auditiva y visual, de transmisión de información a través de los diferentes sentidos y de interpretación de los datos que se van recibiendo en el cerebro. Hasta los ocho años, el niño no acaba de completar este complicado proceso.

Los sentidos cumplen, pues, una importantísima función en el aprendizaje, y están implicados en el aprendizaje de habilidades, transmisión de información y adquisión de capaciadades de socialización. Las tareas que se le presentan al niño, deben ser, por lo tanto, apropiadas a su grado de desarrollo evolutivo. La autoimagen de los niños debería estar establecida a través de los distintos canales, ya que debe basarse en la información que procede de los sentidos.

Generalmente, en la escuela se priman los sentidos visual y auditivo, dejando el desarrollo del kinestésico en segundo plano. Proporcionar a los niños acceso a las distintas experiencias por medio de todos los sentidos es algo que deberían plantearse los profesores, no ya porque hay niños que tiene dificultades con determinadas modalidades, sino porque el aprendizaje multisensorial proporciona un acceso mucho más rico a la información. Cuando le pedimos a un niño que deletree una palabra y que la escriba al mismo tiempo con su dedo en el espacio, le estamos haciendo utilizar dos canales complementarios. Cuando le pedimos que sume varios elementos que previamente ha tenido que hacer con arcilla, le estamos dando nuevas oportunidades de aprendizaje multisensorial.

Para algunas personas es imposible pensar si se están quietas. Para ellas el movimiento forma parte de su proceso de aprendizaje. Necesitan moverse, caminar, saltar mientras aprenden algo nuevo. En todas las aulas, de cualquier nivel de enseñanza, se debería habilitar un espacio para que los alumnos pudieran moverse con libertad, de igual manera que se crean espacios para los alumnos que se distraen con facilidad o para aquellos que necesitan un apoyo en algún área concreta. Alumnos que se muevan no es algo que les guste a la mayor parte de los profesores, pero es algo que deben entender como imprescindible para algunos alumnos que fracasan constantemente sin ningún motivo. Otros aspectos que se deberían facilitar a los alumnos es golpear rítmicamente, asociar gestos con conceptos, bailar mientras se recita o, simplemente, tocar.

Para otras personas es imposible pensar si no es a través de imágenes. El desarrollo de mapas conceptuales les ayudará a memorizar y a aprender. Otras personas necesitan oir, escuchar. El ruido, los ritmos, son muy útiles para estos alumnos. Aportar a todos los alumnos un conocimiento sobre cada uno de los sentidos les permitirá abrir sus canales a nuevos aprendizajes. Los profesores pueden ofrecer directrices verbales o presentar su información de forma visual, pero también pueden utilizar el movimiento y los gestos.

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