lunes, 15 de noviembre de 2010

Clases para padres e hijos que mejoran el crecimiento

Los niños necesitan estímulos y refuerzos positivos para aprender. (Imagen: 20MIUNTOS.ES)

* Es un sistema de estimulación temprana.
* Se trabajan las capacidades del niño desde bebé.
* Acaba de comenzar su actividad en nuestro país.
Gymboree es un sistema de estimulación temprana que cuenta con un amplio reconocimiento internacional.

El método ha sido creado, revisado e implementado por expertos en pedagogía y neurociencia durante 30 años en más 540 establecimientos repartidos en 35 países de los cinco continentes.
Un alto porcentaje de su éxito se debe a la presencia del adulto en las clases

Está demostrado que un alto porcentaje de su éxito se debe a la presencia del adulto en las clases.

El niño aprende mejor con un adulto, debido a que la persona con quien tiene el vínculo emocional más fuerte está ahí reforzando positivamente sus logros y dándole la seguridad emocional que tanto necesita.

Los responsables son conscientes del poco tiempo que tienen los y por eso ofrecen la posibilidad de reforzar la relación entre ambos poniendo al alcance de bebés y adultos un innovador método de aprendizaje enfocado al juego compartido.
Reforzando positivamente sus logros y dando seguridad emocional

Se trata de un sistema único pensado para que, asesorados por un profesional, trabajen juntos el desarrollo del niño desde su nacimiento hasta los 5 años, en base a un programa determinado por el juego y la diversión.

Libros que nos ayudan a estimular la inteligencia de nuestros hijos

Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/640536/0/estimulacion/libros/bebes/


* La estimulación temprana bien entendida consiste en compartir tiempo de juego y risas para ayudar a desarrollarse a los bebés sin forzar nada.
* En el mercado hay muchos manuales que pueden ayudar a los padres a potenciar las habilidades de sus hijos.

Muchos cuando oyen a unos padres interesados en la estimulación temprana de sus hijos, en seguida piensan en unos padres empeñados en tener un niño superdotado, forzando a su hijo con todo tipo de actividades aburridas y queriendo que toque el piano a los seis años.

Nada más lejos de la realidad de muchas familias. La estimulación temprana bien entendida consiste en compartir tiempo de juego y risas con los niños. En pasarlo bien tanto los padres como los hijos. Trata de que los padres, al tiempo que se divierten, ayuden a sus bebés a desarrollarse de una manera saludable sin forzar nada.

Respetar los ritmos de cada niño es fundamental. Pero ese respeto no está reñido con una estimulación adecuada que les ayude a sacar todo su potencial

No hay que obsesionarse con las escalas de desarrollo y pretender que el niño esté siempre por encima de la media, tampoco marcarse programas y horarios rígidos ni ser un experto en estimulación temprana.

De hecho estimular a los bebés de la forma adecuada es algo que les sale de manera instintiva a casi todos los padres. Y prácticamente todos los juegos tradicionales como los cinco lobitos, los juegos de cosquillas, las canciones típicamente infantiles... es precisamente lo que hacen: estimular la inteligencia de nuestros bebés.

Hay en el mercado una cantidad enorme de libros muy interesantes en este sentido. Aquí hay una selección, que incluye tanto clásicos como Los gestos del bebé hasta recientes lanzamientos como La magia de desarrollar la inteligencia de nuestros hijos.

* Los gestos del bebé, cómo hablar con tu hijo antes de que él sepa hablar de Linda Acredolo y Susan Goodwyn es un ejercicio magnífico de comunicación temprana. Las autoras proporcionan a los padres un programa simple, divertido y paso a paso para enseñar a bebes de entre uno u dos años a combinar la utilización de gestos y signos además de palabras para comunicarse.Se trata de aprovechar la tendencia natural de los bebés ha hacer gestos (lanzar besos, decir adiós...).

Los resultados de sus investigaciones han puesto de manifiesto que con esta vía de comunicación precoz no sólo los padres consiguen comprender mucho mejor a sus hijos y sus necesidades y ellos se frustran mucho menos al ser capaces de comunicarse mejor, sino que además estos desarrollan capacidades que enriquecen sobremanera su comprensión del lenguaje.

* La magia de desarrollar la inteligencia de nuestros hijos de Teresa López y Paloma Matías. El libro pensado para niños de a partir de tres años, tiene doce capítulos, cada uno de ellos aborda una situación diferente y cotidiana de la vida diaria: el desayuno, jugar en el parque, la hora de comer... La idea de las autoras es darnos pistas para hacer de cada momento del día a día una experiencia de aprendizaje.

Sus autoras son maestras y licenciadas en psicología. Ambas han ejercido la docencia directa en distintas etapas educativas y desde distintas funciones (tutoras de aula, profesoras de apoyo, puestos en la administración educativa, formación del profesorado, escuelas de padres...). Durante la última década su función principal ha sido la de orientadoras educativas. La redacción del libro recoge aquellas experiencias que han resultado útiles para un gran número de familias.

* Hablando nos entendemos los dos es un manual muy utilizado por padres cuyos hijos presentan un retraso en el lenguaje que aplica la filosofía del método Hanen, seguir los intereses del niño, ponerse a su altura, facilitar la comunicación indirecta... pero resulta igualmente útil para padres de niños sin ningún problema.

* Primeras habilidades del bebé, juegos creativos para favorecer el desarrollo durante el primer año de Miriam Stoppard. El primer año del bebé es determinante en el desarrollo futuro de las habilidades sociales, intelectuales y motrices del niño y con las herramientas que provee este libro se puede sacar el mayor provecho de las habilidades natas del bebé.

* Con los ojos cerrados, la primera guía para enseñar a tus hijos a pensar de Angels Ponce ayuda a potenciar los pensamientos positivos, a trabajar desde muy niños el optimismo.

* Conocimiento del entorno. 100 ideas para descubrir, comprender, experimentar, interaccionar y comunicarse con el mundo de A. Thwaites. Un libro sencillo y muy práctico. Ofrece cien ideas, actividades o sugerencias, de fácil realización y nada costosas, que utilizan siempre recursos corrientes. Desde el primer mes de vida hasta los seis años.

* Juego musical y aprendizaje. Estimulación del desarrollo y la creatividad infantil de Alix Zorrillo Pallavicino. Saber música no es sólo cantar o tocar un instrumento, la música, disfrutar y jugar con las canciones y los instrumentos, estimulan el desarrollo integral del niño (intelectual, motriz, lenguaje…) dándole, además, la base para el desarrollo de sus aptitudes y conocimientos musicales.

* 150 juegos para la estimulación adecuada. De 0 a 3 años. Jorge Batllori y Víctor Escandell. En este libro hay 150 actividades, agrupadas por etapas: de 0 a 3 meses, de 3 a 6 meses, de 6 a 9 meses, de 9 a 12 meses, de 1 a 2 años y de 2 a 3 años.

A los 7 meses los bebés ya distinguen las emociones en la voz igual que los adultos

A los 7 meses los bebés ya distinguen las emociones en la voz igual que los adultos
A los 7 meses los bebés ya distinguen las emociones en la voz igual que los adultos (Imagen: LA Fertility Institutes)
La sensibilidad a la voz surge entre los cuatro y los siete meses de edad. (Imagen: LA Fertility Institutes)

* Investigaron cuándo durante el desarrollo las regiones de la corteza temporal se volvían sensibles a la voz humana.
* Este descubrimiento podría proporcionar información y ayudar a la detección temprana de trastornos del neurodesarrollo como el autismo.

El cerebro de los bebés a los siete meses demuestra una sensibilidad ante la voz humana y las emociones comunicadas a través de la voz que es muy similar a la observada en el cerebro de los adultos, según un estudio de la Universidad de Londres en Reino Unido que se publica en la revista 'Neuron'.

El estudio prueba los orígenes del procesamiento de la voz en el cerebro humano y podría proporcionar información sobre los trastornos del neurodesarrollo como el autismo.

Los científicos del Centro de Desarrollo Cerebral y Cognitivo de la Universidad de Londres, dirigidos por Tobias Grossmann, realizaron su estudio en el laboratorio de Angela D. Friederici en el Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas Humanas y del Cerebro en Alemania.

Los investigadores utilizaron espectroscopia cercana al infrarrojo para investigar cuándo durante el desarrollo las regiones de la corteza temporal se volvían sensibles a la voz humana. Estas regiones corticales específicas han tienen un importante papel en el procesamiento del lenguaje hablado en los adultos.

En los humanos, la sensibilidad a la prosodia emocional es crucial para la comunicación socialEl equipo de Grossmann observó que los niños de siete meses y no los de cuatro meses mostraban mayores respuestas similares a las de los adultos en la corteza temporal como resultado de la voz humana en comparación con sonidos no vocálicos, lo que sugiere que la sensibilidad a la voz surge entre los cuatro y los siete meses de edad.

Otra cuestión importante a la que se dirige el estudio es si la actividad en las regiones cerebrales sensibles a la voz en los bebés está modulada por la prosodia emocional, que es la estructura rítmica emocional que puede reflejar los sentimientos de quien habla y que ayuda a transmitir el contexto del lenguaje.

Los investigadores observaron que una región sensible a la voz en la corteza temporal derecha mostraba una mayor actividad cuando los bebés de siete meses escuchaban palabras con prosodia emocional (enfado o felicidad). Se cree que tal modulación de la actividad cerebral por las señales emocionales es un mecanismo fundamental del cerebro para priorizar el procesamiento de estímulos significativos en el entorno.

"Nuestros descubrimientos demuestran que las regiones del cerebro sensibles a la voz están ya especializadas y moduladas por la información emocional a los siete meses de edad y plantean la posibilidad de que los procesos críticos del neurodesarrollo que subyacen a la alteración del procesamiento de la voz que se da en trastornos como el autismo podrían suceder antes de los 7 meses", explica Grossmann.

Por ello, el investigador concluye que en futuros trabajos su método será utilizado para evaluar diferencias individuales en las respuestas de los bebés ante voces y prosodia emocional y que podría servir como uno de los posibles marcadores que ayuden a la identificación precoz de los bebés con mayor riesgo de sufrir trastornos del desarrollo neurológicos.